_
_
_
_

Egipto e Israel inician hoy en Washington sus conversaciones para un tratado de paz

Las conversaciones que inician hoy, jueves, en Washington Israel y Egipto conducirán a un tratado de paz por separado entre los dos países, sin que los desacuerdos sobre otros aspecto del conflicto de Oriente Próximo influyan en el resultado.

Esta es, por lo menos, la impresión general y la opinión del Gobierno norteamericano, que jugará un activo papel de intermediario en las negociaciones. El presidente Jimmy Carter, durante una conferencia de prensa celebrada el martes, dijo que el problema de los asentamientos de población israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza no interferirá en las conversaciones tripartitas de Washington.Carter recibió ayer en la Casa Blanca a la delegación egipcia, encabezada por el ministro de Defensa, Kamal Hassan Ah, y de la que forma parte el ministro en funciones de Asuntos Exteriores, Butros Ghali. El día anterior, el presidente norteamericano se había reunido con la delegación israelí, que dirige Moshe Dayan, ministro de Asuntos Exteriores, y que también incluye al ministro de Defensa, Eizer Weizman.

Según explicó el portavoz de la Casa Blanca, Jody Powell, el presidente Carter aconsejó a ambas delegaciones que resuelvan sus diferencias en la mesa negociadora, y que eviten declaraciones públicas que puedan afectar a la marcha del proceso negociador.

Bloqueo informativo

Esto supone, en la práctica, que las conversaciones de Washington, que se espera durarán entre dos y tres semanas, estarán sometidas a un bloqueo informativo análogo al impuesto durante la cumbre de Camp David. Por parte de Estados Unidos, será Cyrus Vance quien dirigirá el equipo mediador, con la colaboración del embajador volante, Alfred Atherton.El optimismo reinaba ayer en los medios oficiales de Washington, donde se confía en que de las conversaciones tripartitas saldrá un tratado bilateral de paz, que ponga fin a treinta años de hostilidades entre Egipto e Israel. Las recientes declaraciones de Anuar el Sadat, en las que acusó de «ingratitud» a Siria y a la OLP, y dijo estar harto de las críticas árabes y decidido a seguir adelante en sus negociaciones con Israel, fueron muy bien recibidas por la Administración Carter y reforzaron los pronósticos optimistas.

En su conferencia de prensa, Carter dijo que en las conversaciones de Washington se discutirá también el problema de la orilla, occidental del Jordán y la franja de Gaza. Pero el presidente añadió que si bien los temas están interrelacionados, la negociación de un tratado de paz egipcio-israelí no está «conectada legalmente» con los otros temas. Carter repitió que los asentamientos de población israelí en las zonas ocupadas son ilegales y expresó su confianza en que Jordania y los palestinos que viven en Cisjordania y Gaza acabarán sumándose a las negociaciones de paz, según los «acuerdos-marco» de Camp David.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El discurso del rey Hussein de Jordania, en el que éste pidió la unidad de las filas árabes para hacer frente a la nueva situación estratégica que crean las negociaciones entre Tel Aviv y El Cairo, no obtuvo comentario oficial por parte norteamericana. Jimmy Carter dijo que aún no ha respondido a las preguntas que le formulara Hussein sobre la soberanía futura de los territorios ocupados, pero anunció su intención de contestarle.

La diplomacia norteamericana se volcará, pues, estos días, en las conversaciones de la Blair House y no escatimará esfuerzos para que de ellas salga un tratado de paz.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_