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TVE vende más de mil horas de programas propios a las televisiones de todo el mundo

TVE vende sus propios programas a todo el mundo, pese a que en estos dos últimos años ha disminuido considerablemente la producción de series de calidad. Los programas y los productos derivados de temas y personajes que han desfilado por la pequeña pantalla constituyen el capítulo más importante de ingresos de TVE, después de los obtenidos por la publicidad en TVE y Radio Peninsular.

Durante, el año 1977 se vendieron aproximadamente 1.200 horas de programas. El 60% de las ventas se efectúa a países de América Latina y canales norteamericanos de habla española: principalmente a la cadena Spanish International Network, que es filial de la mexicana Televisa, los canales 41 y 47 de Nueva York, el 23 de Miami y emisoras de otras ciudades. TVE se ha impuesto, estos últimos años, como el segundo vendedor, detrás de EEUU, para el mercado latinoamericano. TVE es también la distribuidora oficial de las televisiones de Checoslovaquia y Polonia -próximamente lo será de Hungría- para todos aquellos programas adquiridos por TVE y doblados al castellano. «Nuestra intención es convertirnos en el distribuidor de los programas que adquirimos y doblamos de otros idiomas», dijo a EL PAIS el equipo del departamento de ventas de programas. En el mercado latinoamericano tiene cabida toda la producción comercial de TVE, con aceptación secundaria de los programas culturales y documentales. Se adquieren series completas y lotes enteros de programas. La venta a Europa y otros países representa el 40% de los ingresos. Pero se seleccionan, con más rigor y se adquieren, generalmente, programas unitarios. Se venden menos programas, pero a precios más altos, siguiendo el criterio de reciprocidad en la compra. Existen grandes diferencias en las cotizaciones del mercado internacional que dependen, en principio, del número de receptores de televisión por habitante y país. Así, por término medio, en Haití se pagan 1.875 pesetas por un programa de una hora; en Costa Rica, 6.750; en la República Federal de Alemania, 375.000, y 450.000 en el Reino Unido. La República Democrática Alemana es, de los países socialistas, la que tiene topes más altos: 75.000 pesetas por hora.

Los siguientes ejemplos dan idea de la variedad del mercado y de los distintos productos: cuatro programas de La hora de... Raffaella Carrá se venden a Yugoslavia por 504.000 pesetas, y a Cuba por 184.000. Nicaragua paga 5.100 pesetas por siete programas de teatro lírico, y Yugoslavia abona 680.000 por La Gioconda está triste. Mientras Cuba paga 1.201.200 pesetas por 52 capítulos de El hombre y la tierra, Televisa, de México, compra veintiséis episodios de Esta noche... fiesta por 4.368..000, y el canal diez de Ecuador adquiere trece capítulos de Curro Jiménez por 141.440 pesetas.

El canal ocho de Venezuela compra dos partidos de fútbol, todos los meses, de la Liga española, por importe de 262.000 pesetas cada uno (el 50% lo abona TVE al club en cuyo campo se celebra el encuentro) y son emitidos en directo vía satélite. La temporada pasada, TVE vendió, semanalmente, a Chile el programa Estudio estadio por 35.000 pesetas unidad, porque la Primera División del fútbol español está incluída, cuando acaba la Liga nacional chilena, en «la polla gol» (las quinielas de Chile). El deportivo Estudio estadio ha sido adquirido en la actual temporada por el canal once de Argentina.

TVE comercializa también, para la venta a particulares, programas en soporte cinematográfico del formáto super-8 -el videocassette todavía no tiene mercado nacional- con la producción iniciada en 1976 de los títulos Las últimas horas de Franco y Juan Carlos I, Rey. A razón de 3.000 pesetas por cinta se ingresaron más de tres millones de pesetas (dos millones correspondían al acto de la proclamación del Rey). También existen versiones en super-8 de El hombre y la tierra (más de nueve millones de pesetas ingresadas) y La llamada de las profundidades (770.880 pesetas).

Por último, el volumen de ventas de productos derivados de programas -libros, juguetes, artículos es colares, etcétera- objeto del «merchandising» de temas y personajes de televisión, explotados directa mente por TVE o a través de agentes, constituye un capítulo de ingresos muy próximo a la venta de programas.

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