Barcos israelíes bombardean posiciones palestinas en Beirut
El Gobierno israelí reconoció esta madrugada la intervención de sus fuerzas navales en el nuevo y sangriento conflicto de Líbano, después que un portavoz oficial confirmara en Tel-Aviv que tres barcos de la marina de guerra israelí habían bombardeado la noche anterior posiciones guerrilleras árabes en el suburbio de San Simon, en el suroeste de Beirut.La intervención directa israelí en los duros enfrentamientos que se registran desde hace cinco días entre las fuerzas sirias de pacificación y las milicias cristianas libanesas abre un interrogante de imprevisibles consecuencias en el nuevo capítulo de la crisis permanente que atraviesa Líbano. Aunque ningún portavoz hizo mención a tal posibilidad, no se descarta que la operación naval israelí sea preludio de una intervención mucho más extensa en el país vecino.
El intenso bombardeo al que tres barcos israelíes sometieron a la posición palestina, durante veinte minutos, en la que también se encuentran algunos campos de refugiados, se llevó a cabo a pesar de la petición expresa del Gobierno norteamericano para que la temida intervención israelí no se produjera.
Pasa a página 3
Más de mil muertos en los combates entre sirios y las milicias libanesas
(Viene de primera página)
El secretario norteamericano de Estado, Cyrus Vance, que el día anterior había expresado su apoyo a una propuesta francesa de mediación en el conflicto, declaró en un programa de televisión que había realizado tal petición a los israelíes ante la posibilidad de que su intervención en Líbano, provocara un giro inesperado en la dinámica de paz creada con los acuerdos de Camp David y diera al traste con las proyectadas conversaciones (en Washington el día 12) para un acuerdo de paz entre Egipto e Israel.
La intervención israelí en el conflicto abre, precisamente, un interrogante sobre el futuro de estas conversaciones, una vez que el Gobierno de Líbano, reunido ayer en una sesión de urgencia, decidiera rechazar «por impracticable» el plan francés de alto el fuego. La sesión del Gabinete libanés se produjo al tiempo que continuaban en Beirut, por quinto día consecutivo, los feroces combates entre tropas sirias y las milicias derechistas cristianas.
Según cálculos de periodistas occidentales, más de un millar de personas han resultado muertas en Beirut en los cinco días de enfrentamientos. El número de heridos puede superar los 2.000, mientras testigos presenciales afirmaban que un gran sector de la ciudad aparecía anoche destruido.
Según portavoces del Gobierno del presidente Elías Sarkis, las propuestas francesas de paz, consistentes en alejar a los contendientes de las actuales zonas de combate y ocuparlas con unidades del Ejército regular libanés, no pueden «llevarse a la práctica en este momento». El Consejo de Ministros, presionado en apariencia por las fuerzas sirias, ha sugerido, en cambio, que sus preferencias recaen en un plan elaborado por Arabia Saudita y Kuwait, en el que se prevé una reunión negociadora, de la que participarían representantes de esas dos naciones y de Líbano, Siria y Francia. En esa conferencia se intentaría sólo establecer un acuerdo de alto el fuego, pero no se discutiría el problema de fondo del país, ocupado en este instante por más de 50.000 soldados sirios de la llamada Fuerza Arabe de Pacificación, y por docenas de miles de guerrilleros palestinos, además de los grupos armados de las comunidades cristianas y musulmanas conservadoras.
Testigos presenciales aseguraron que ayer se libraron en Beirut los enfrentamientos más sangrientos de los cinco días de combates registrados hasta ahora entre los sirios y cristianos. Fuentes policiales informaron que en doce horas murieron 55 personas y otras cien resultaron heridas. Su cálculo total para los cinco días de hostilidades es de trescientos muertos y cuatrocientos heridos. Sin embargo, la emisora de radio controlada por las milicias falangistas cifra el número de muertos y heridos durante las últimas 48 horas en 650. Más de 20.000 casas y apartamentos habrían sido arrasados por los bombardeos. Los sirios no han proporcionado datos sobre sus bajas, pero los cristianos afirman que «son muy elevadas. Durante la noche pasada -dijo un portavoz de las milicias- vimos tres camiones sirios cargados de cadáveres, que estaban siendo evacuados hacia Damasco».
Los expertos militares extranjeros destacados en Beirut opinan que ninguno de los dos bandos se encuentra en condiciones de ganar la batalla, puesto que a los mayores recursos humanos y materiales de los sirios, las milicias derechistas oponen una mayor experiencia y conocimiento del terreno. Ambas partes parecen estar empeñadas en una guerra de desgaste, siempre en posiciones fijas, separadas a veces por no más de cuarenta o cincuenta metros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.