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Los vecinos de Infanta Isabel califican de "barbaridad" el proyecto de Antonio Horcajo

El proyecto de Antonio Horcajo, concejal presidente de la junta municipal de Retiro, de remodelación de la estación de Atocha y zonas adyacentes ha suscitado un revuelo y una oposición total entre los habitantes de las casas del paseo de la Infanta Isabel, para los cuales la realización del proyecto significa lisa y llanamente la expulsión de sus actuales viviendas.A los dos días de su presentación a la prensa, un grupo de personas residentes entre los números 13 al 29 del paseo han comenzado las gestiones para crear una sociedad de afectados, que llevará el caso a las máximas autoridades provinciales, desde el alcalde de Madrid, José Luis Alvarez, hasta el delegado provincial de la Vivienda, Luis Laorden. Los vecinos consideran el proyecto del señor Horcajo como una imprudencia temeraria, y han declarado que no comprenden muy bien las razones expuestas por el concejal para justificarlo.

Aunqueel señor Horcajo expuso en una rueda de prensa celebrada el viernes que la prolongación del Retiro hasta el paseo de la Infanta Isabel supondría sólo la expropiación de unas cien familias, los afectados sostienen que su número total asciende a unas seiscíentas familias y una treintena de comercios. De hecho, una simple ojeada a la guía telefónica revela que entre la esquina de Alfonso XII y las instalaciones del Gobierno Militar figuran unos 250 nombres.

Nuevas viviendas para los afectados

El citado concejal argumentó que los vecinos no serían perjudicados, puesto que se les facilitarían nuevos pisos en la calle Méndez Alvaro. A esto, los afectados responden, primero, que no tienen ingún interés en cambiar su actual residencia. Y, segundo, que es una barbaridad tener que buscar pisos nuevos para tantas familias cuando en Madrid existen miles de chabolistas y de personas necesitadas de vivienda.La idea de remodelación de la glorieta de Atocha, en la que se incluye la prolongación del Retiro hasta el paseo de la Infanta Isabel, significa que se convertirían de uso público los terrenos ahora reservado al Observatorio Astronómico y los solares resultantes del derribo de la manzana de casas citada, todas ellas en perfecto estado de conservación, aunque no sean de construcción reciente. El coste de la operación se cifra en los 4.000 millones de pesetas, cantidad, asimismo, considerada exorbitante por los afectados y que les reafirma en considerar que la operación, aparte de inconveniente, es irrealizable. El mismo señor Horcajo, quien en la rueda de prensa calificó el proyecto de perfectamente viable, reconoció más tarde que su realización presentaba bastantes dificultades.

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