El FMI llama la atención sobre las tensiones monetarias

Las frecuentes oscilaciones en las divisas de los países desarrollados son consideradas como uno de los factores de mayor distorsión en la economía mundial en el informe anual elaborado por el Fondo Monetario Internacional y que será presentado la próxima semana a la asamblea anual que se reunirá en Washington. El informe señala que, aun admitiendo las consecuencias beneficiosas que han derivado en materia de contención de inflación y mejora de los saldos en las balanzas de pagos, esta inestabilidad monetaria ha perjudicado notablemente a los países en vías de desarrollo.

Aunque no se menciona explícitamente, el informe alude claramente al dólar, cuya evolución discontinua ha alterado el concierto internacional. Los expertos del Fondo insisten en recomendar a los respectivos Gobiernos un mayor y más estrecho control de sus políticas cambiarias; recomendación ya formulada expresamente el pasado. año, con ocasión de la asamblea. general correspondiente a 1977.En cuanto a la situación general de la economía mundial, el grupo de expertos del FMI entiende que los ritmos de expansión marcados han sido irregulares y desiguales, lo que ha provocado que el crecimiento global de la actividad haya quedado por debajo de las previsiones. La lentitud de crecimiento afectó -a juicio del informe- a todos los países miembros, con excepción de Estados Unidos, que sin embargo vieron crecer el desempleo y la inflación por encima de lo previsto.

El informe llama finalmente la atención respecto a los peligros de una ofensiva proteccionista en algunos países, especialmente en los productores de materias primas, que causaría una baja de la demanda en los desarrollados, con pérdida de benefició empresarial, caída de la inversión e incremento del desempleo.

En relación a España, el dictamen de los expertos destaca la mejoría experimentada en la redución del déficit corriente, así como los esfuerzos encaminados a contener el crecimiento de las disponibilidades líquidas que, unido a los excelentes resultados de la campaña turística, han permitido mejorar sustancialmente la posición externa de la peseta.

La cuota española al Fondo Monetario Internacional aumentó durante este año hasta 557 millones de DEG (derechos especiales, de giro). La peseta, por su parte, continúa siendo una de las dieciséis monedas que integran la cesta de los DEG, la unidad monetaria oficial del Fondo.