Vuelve el sufrimiento

El sufrimiento de la selección de fútbol vuelve con la nueva lista de Kubala. Lo de menos es si están todos los que son o si son todos los que están. Lo realmente importante es,que una vez más llegaremos al partido con Yugoslavia, el próximo día 4 -ahí, a la vuelta de la esquina- con los jugadores que salten al campo de Zagreb saludándose al salie casi por primera vez. Cuando las interferencias no son los compromisos de los clubs, son las vacaciones, y cuando falten algunas de estas disculpas ya llegarán las lesiones, como es habitual. La cuestión es que seguimos igual.El trabajo de Kubala es el más cómodo del mundo del fútbol. Pero no del español, sino del mundo entero. Vive sin querer hacer lo más mínimo para solucionarlo, en el punto privilegiado del círculo vicioso en que se encuentra el fútbol internacional español. No puede contar con los jugadores en más ocasiones -ahora, sólo una- y tampoco ha podido formar un mínimo bloque sobre el que basar la selección con entidad. Si en el Mundial de Argentina ni él mismo sabía el mejor equipo para alinear en los tres lamentables, únicos y raquíticos días, el día 4 volverá a pasar lo mismo. Menos mal que los afanes yugoslavos de revancha por su eliminación hace unos meses en «la batalla de Belgrado» pueden quedar atenuados por su débil momento. El 5-2 sufrido anteayer en la Copa de la UEFA por el Estrella Roja en Berlín ante el Dinamo alerrán democrático ha sido todo un índice.

Pero el partido hay que jugarlo y por lo pronto el pasado día 6 Yugoslavia ya efectuó uno de los entrenamiento con el Partizán. En preparación nos ganará otra vez, con toda seguridad. Al menos, que sólo sea en eso, porque de tanto ir el cántaro a la fuente éste tiene que romperse en alguna ocasión. Cara al Mundial 82 todo tiene que cambiar. De nada serviría encontrar jóvenes valores -cosa que está por ver. incluido Santamaría, con límite de edad y todo para jugar en Tercera División- si siguen yendo por libre. No es tan complicada la solución como la organizativa ya plantead a desde ayer, pero sí tan importante, porque la imagen deportiva puede arruinar la otra.