El Senado se estructura como Cámara de representación territorial
La Comisión Constitucional del Senado modificó ayer la configuración de esta Cámara hecha por el Congreso. En síntesis, el texto aprobado proclama el carácter territorial de la representación del Senado y añade a los cuatro representantes por provincia otros senadores por Ceuta, Melilla y las distintas islas Baleares y Canarias, así como un senador por comunidad autónoma y otro por cada, millón de sus habitantes. En total, el número de miembros que tendría el Senado con esta composición sería de 256
El texto fue fruto del pacto político previo entre UCD y PSOE y viene a sentenciar definitivamente el abandono de la idea inicial constituyente de estructurar al Senado como Cámara de las nacionalidades o regiones, y se aleja asimismo del anteproyecto elaborado por la ponencia del Congreso, según el cual los senadores serían elegidos por las asambleas legislativas de los territorios autónomos. En cambio -como se esforzaron en destacar los portavoces centrista y socialista-, la nueva redacción mejora notablemente el proyecto aprobado por el Congreso.Entre las modificaciones introducidas al texto del Congreso, destaca la casi unánime coincidencia en la conveniencia de suprimir los senadores de designación real, cuya independencia, al menos en el aspecto económico, fue puesta en entredicho por el portavoz socialista, Francisco Ramos. Sólo el senador de UCD Manuel Iglesias y los de designación real Miguel Primo de Rivera y Carlos Ollero, alzaron su voz en favor del mantenimiento de estos senadores. La única enmienda mantenida en este punto, por parte de Isaías-Zarazaga, fue abrumadoramente derrotada.
Por lo demás, el texto aprobado, en contra del procedente del Congreso -que ponía el énfasis en los cuatro senadores por provincia-, camufla esta estructura provincial, aunque en realidad sólo queda desvaída por el complemento de los senadores designados por las comunidades autónomas y por esta solemne afirmación, en el frontispicio del artículo: «El Senado es la Cámara de representación territorial.»
Lo que de verdad hizo ayer la Comisión Constitucional del Senado fue regresar a la fórmula representativa de la ley de Reforma Política -en la que se amparaban los derechos de Ceuta, Melilla y los archipiélagos mejor que en el proyecto de Constitución aprobado por el Congreso-, con la propina de unos cuantos senadores en representación de las nacionalidades y regiones.
Reparto de «honores»
Largas negociaciones precedieron al debate de ayer, cuya iniciación fue varias veces pospuesta a falta de un acuerdo entre los grupos parlamentarios, de modo similar a lo ocurrido en los debates del Congreso al abordar la composición de ambas Cámaras. La sesión, prevista para las diez y media de la mañana, no se inició hasta poco antes del mediodía.
El consenso logrado sobre el artículo 64 sólo afecta a UCD y PSOE, si bien los restantes grupos aceptaron lo que de mejora supone el texto, pero sin renunciar al mantenimiento de sus posiciones en el Pleno de la Cámara. En el reparto de honores en relación con el texto aprobado, se dejó a Entesa dels Catalans y a Joaquín Satrústegui que se apuntaran el tanto del apartado primero del artículo -coincidente con el de la enmienda del Grupo de Progresistas y Socialistas Independientes (PSI)- que resultó aprobado por unanimidad con la siguiente redacción: «El Senado es la Cámara de representación territorial.»
El mantenimiento de la provincia como estructura territorial básica del Senado fue propuesto por UCD con modificaciones importantes sobre el texto del Congreso, que se remitía, en cuanto al carácter de la elección de los senadores, a una ley orgánica. El texto, aprobado con el único voto en contra del Grupo de Senadores Vascos y cuatro abstenciones (Entesa dels Catalans y PSI), es más progresivo y, dice así: «En cada provincia se elegirán cuatro senadores por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, por los votantes de cada una de ellas, en los términos que señale una ley orgánica.»
La concesión de los bloques mayoritarios a las reivindicaciones de los archipiélagos sobre la representación de las islas en el Senado se hizo formalmente a propuesta de UCD -varios de cuyos senadores isleños tenían formuladas enmiendas sobre este punto-, resultando aprobado por veinte votos a favor y cinco abstenciones (Entesa dels Catalans, PSI y Senadores Vascos) el apartado siguiente: «Por excepción, en las provincias insulares, cada isla o agrupación de ellas con cabildo o consejo insular constituirá una circunscripción, a efectos de elección de senadores, correspondiendo tres a cada una de las islas mayores -Gran Canaria, Mallorca y Tenerife- y uno a cada una de las siguientes islas o agrupacibnes: Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma.»
Asimismo, el regalo a Ceuta y Melilla de dos senadores a cada una lo propuso UCD a través de una nueva enmienda in voce. En este punto, los socialistas sólo aceptan un senador por cada una de estas ciudades, por lo que votaron en contra. El apartado fue aprobado con catorce votos a favor (UCD, Grupo Mixto y Grupo Independiente); nueve en contra (Entesa, socialistas y PSI) y dos abstenciones (Senadores Vascos y Agrupación Independiente). Dice así: «Las poblaciones de Ceuta y Melilla elegirán cada una de ellas dos senadores.» Por unanimidad fue aceptado otro apartado propuesto por UCD que ya figuraba en el proyecto, y según el cual: «El Senado es elegido por cuatro anos.»
A los socialistas correspondió, por su parte, proponer la mejora más sustancial, desde el punto de vista autonomista, del paquete consensuado, el apartado relativo a la prima de representación concedida a las comunidades autónomas.
El texto propuesto por los socialistas y aprobado por unanimidad es el siguiente: «Las comunidades autónomas que se constituyan designarán, de acuerdo con lo que señalen sus estatutos, en el marco de una ley orgánica, un senador y, además, los que le correspondan en proporción a la población de su respectivo territorio, a razón de uno por cada millón de habitantes.»
Esperanzas para una enmienda vasca
La posible reconsideración por parte de UCD y PSOE de sus posiciones, que podría desembocar en mayores márgenes de estructuración del Senado con base en las comunidades autónomas, quedó abierta ayer con motivo del rechazo de un último apartado propuesto por el senador vasco Miguel Unzueta. Su enmienda, propuesta in voce una vez finalizadas las negociaciones del consenso, pretendía que los estatutos de las comunidades autonónomas puedan contener normas distintas a las que figuran en el artículo 64 para la elección de los senadores de representación provincial.
Los portavoces de UCD, señor Jiménez Blanco, y del PSOE, señor Ramos, alegaron falta de tiempo para estudiar la propuesta, que posiblemente podría tener acogida favorable en el Pleno de la Cámara. Por el momento, la enmienda vasca fue rechazada con siete votos favorables (Entesa, PSI y grupos Mixto, Independiente y Senadores Vascos); diecisiete en contra (UCD y PSOE) y una abstención (Agrupación Independiente).
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