Nuevas dificultades en Crady provocan retrasos en el cobro de salarios

La empresa gijonesa de aparellaje eléctrico Crady vuelve a encontrarse en dificultades económicas, según ha señalado el comité de empresa tras una reunión con el consejo de administración en la que se ha puesto de relieve el probable retraso en el pago de las próximas nóminas. El problema de Crady, cuyos propietarios habían llegado a presentar en el pasado mes de marzo la solicitud de suspensión de pagos, comenzó a entrar en vías de solución con la colaboración de la Caja de Ahorros de Asturias por medio de una importante aportación financiera y crediticia. Esta empresa, que cuenta con 1.300 trabajadores entre sus factorías de Gijón, Madrid y Orense, fue creada en Gijón en 1957 y durante el régimen anterior recibió la consideración de empresa modelo. Al producirse el hundimiento del mercado de aparellaje eléctrico, a finales de septiembre de 1970 la dirección propuso como única salida la suspensión del contrato de trabajo al 50% de la plantilla, obteniendo como respuesta una negativa rotunda por parte de los trabajadores.El ministro de Industria, Agustín Rodríguez Sahagún, participó decisivamente en la búsqueda de una solución para Crady celebrándose bajo sus orientaciones diversas reuniones en el Ministerio y en el Gobierno Civil de Oviedo. Ahora, ante las acusaciones de los trabajadores, el consejo de administración de Projet Crady, SA, ha confirmado la existencia de dificultades en la empresa que la conducirán a posibles retrasos en el cumplimiento de sus compromisos pendientes y en el pago de las nóminas. Estas dificultades se justifican por la falta de líneas de descuento suficientes para movilizar las ventas del grupo dada la vigente restricción crediticia general. Además existen retrasos en la tramitación reglamentaria para el abono por parte del Fondo Nacional de Protección al Trabajo del préstamo correspondiente a la financiación de parte de las indemnizaciones y también las dificultades lógicas de la puesta en marcha de un grupo de empresas que estaba prácticamente paralizado y que se ha visto afectado por una sensible crisis sectorial. El portavoz del consejo de administración asegura que el grupo de empresas se encuentra en condiciones de acelerar el relanzamiento de sus actividades debido en buena medida a la nueva política programada por el actual titular del departamento de Industria; por el contrario, los trabajadores estiman que los objetivos previstos por la nueva dirección no se han cumplido y que la empresa atraviesa una situación de creciente deterioro estando a punto de paralizarse todas las actividades laborales por falta de materia prima. Entre los trabajadores existe la creencia de que en caso de no aparecer una ayuda rápida para Crady podría surgir el colapso convirtiendo en inútiles todos los esfuerzos orientados a salvar esta empresa que es, prácticamente la única de transformación existente en Asturias.