Monumental bronca a Manzanares en Cuenca

El público de Cuenca se volcó en la plaza para ver una fiesta que siente y vive. La animación reinó toda la tarde en tendidos y andanadas. Los toros de Amelia Pérez Tabernero tuvieron poca presencia y unos pitoncillos romos harto sospechosos. El público protestó con fuerza al segundo y lo hizo devolver al corral, pero como venía a tener la fiesta en paz toleró los otros.Lo que no toleró el público de Cuenca fue la actuación de Manzanares en el cuarto toro. Con el capote es que ni movió al toro de sitio. Luego no quiso ni verlo con la muleta, pases desconfiados por la cara, aburrido y con gesto de cansancio. El público le abroncó con fuerza. Los de la andanada del uno y del ocho encabezaron la protesta con gritos de ¡sinvergüenza!, ¡sinvergüenza!, que coreó toda la plaza. Una vez más, Manzanares sacó a relucir su falta de profesionalidad; el torero que lleva la carrera más cómoda de todo el escalafón no tuvo siquiera el detalle de intentar torear a un animal sin dificultades con un público fácil y entregado. En el primero de la tarde estuvo bien, a secas, faena muy técnica, muy fría, que no llegó a los tendidos. Fue despedido con una fuerte bronca y lluvia de almohadillas.

Paco Alcalde toreó con el capote con su vulgaridad acostumbrada; cogió las banderillas para poner una en el cuello, dos traseras y una en el suelo. En el quinto volvió a coger las banderillas para poner una en un lado, otra al otro y el tercer par en medio. Con la muleta, dos faenas sin quietud al hilo del pitón y sin temple, adornó las faenas con abundantes rodillazos; de pie las piernas no le obedecían.

Manili estuvo valiente y vistoso con el capote, sobre todo en un farol y una serpentina. Al tercero le hizo una faena a base de circulares y espaldinas que entusiasmó al público de sol, y menos al de sombra. Tiró la muleta a la arena, total para lo que le servía, hizo el teléfono, en fin, un completísimo espectáculo de toreo bufo. En el sexto dio dos largas cambiadas de rodillas; el público le pedía banderillas a Manili, él se quedaba extrañado, ¿quién les había dicho que banderilleaba? Con la muleta fue cogido aparatosamente al iniciar un natural. Sufre contusión de carácter leve.