Atentados en cadena contra las tropas británicas en Alemania Federal
Ocho bombas de considerable potencia hicieron explosión en la madrugada de ayer en cuarteles del Ejército británico en Alemania Federal. Los artefactos, que causaron considerables daños materiales y sólo un herido leve, estallaron a lo largo de dos horas en bases situadas en las ciudades de Düsseldorf, Krefeld, Mulheini, Minden y Hamin. Dos bombas más fueron desactivadas por especialistas del Ejército.
Aunque los atentados fueron atribuidos inicialmente al IRA, catorce horas después de cometidos un portavoz de las fuerzas británicas en el Rin declaraba ignorar por completo la filiación de sus autores. La policía alemana afirmaba simultáneamente que ninguna organización ha reivindicado la colocación de las bombas, descritas como «caseras», pero dotadas de ingenios electrónicos muy sofisticados.
El hecho de que los explosivos fueran colocados en las tapias de los acuartelamientos o en las vallas que delimitan su perímetro ha evitado «centenares de víctimas», en opinión del portavoz británico. Sólo una mujer soldado resultó levemente herida.
Los atentados se han producido sólo tres días después de que el Ministerio de Defensa británico anunciara el reclutamiento de 4.000 hombres más para el ejército de tierra. Casi la mitad de ellos se incorporarán precisamente al Ejército británico del Rin, que con sus 55.000 hombres constituye la columna vertebral de la contribución inglesa a la OTAN dentro del continente, y cuyas bases han sufrido ayer los efectos de las bombas. Seiscientos cincuenta de estos nuevos soldados van a integrarse en una unidad especial cuyo cometido permanece secreto.
Contribuirán al fortalecimiento de la OTAN
El batallón de infantería que va a ser reemplazado por esta unidad secreta comparte su tiempo entre Alemania Federal y el Ulster, y aquí aparece la primera vinculación aparente del IRA con las ocho explosiones. Por añadidura, una buena parte de otros 1.900 hombres con que se ampliará el Ejército británico será asignada a las fuerzas de seguridad de Irlanda del Norte. La explicación dada por el Ministerio de Defensa a esta ampliación de las fuerzas británicas, solicitada insistentemente por los mandos militares y que costará al contribuyente veinte millones de libras (casi 3.000 millones de pesetas) es que «reforzarán la capacidad operacional del Ejército y contribuirán al programa a largo plazo del fortalecimiento de la OTAN diseñado por el presidente Carter». Según fuentes militares, una parte de los seiscientos carros de combate Chieftain de que está dotado el ejército del Rin no son operativos por falta de tripulaciones.Las fuerzas armadas británicas totalizan alrededor de 325.000 personas, de las cuales casi la mitad pertenecen al ejército de tierra. El presupuesto militar para el año fiscal 78-79 roza los 7.000 millones de libras, cerca de un billón de pesetas.
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