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Nadie puede seguir a Mario Andretti

Por quinta vez en lo que va de temporada, el italoamericano Mario Andretti consiguió el triunfo en una prueba del campeonato del mundo de fórmula 1. En el Gran Premio de Alemania, disputado en el tristemente célebre circuito de Hockenheim -fue donde encontró la muerte Jim Clark-, Andretti volvió a ganar a su estilo, es decir, dominando la carrera de principio a fin. Como los que le siguen en la clasificación del mundial no pudieron terminar la prueba, Andretti se destaca ampliamente y se perfila como más que probable campeón del mundo.

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Los dos Lotus, de Andretti y Peeterson, que ocupaban los dos primeros lugares en la parrilla de salida, dominaron la prueba desde su comienzo, no permitiendo que nadie les inquietase. Poco a poco, la ventaja de los coches negros fue incrementándose, sin que nadie pudiera impedirlo. Ni Lauda en las primeras vueltas -únicas en las que se mantuvo en carrera-, ni la gran actuación de Allan Jones -que había rebasado a Lauda en los primeros compases y que fue el único que parecía que podía seguir el ritmo de los dos Lotus-, ni James Hunt, ni mucho menos los Ferrari, que volvieron a dar otra de arena, fueron capaces de inquIetar al grupo formado por Andretti-Peeterson. La carrera no tuvo historia. Sólo el fortísimo calor reinante, por encima de 32 grados a la sombra, hizo que ésta cobrase algo de interés, al producirse muchos abandonos por culpa de los motores y los neumáticos calentados, que no podían resistir el tremendo esfuerzo a estas temperaturas.

Este calor hizo presa también en uno de los Lotus, el de Peeterson, que, cuando sólo faltaba un cuarto de carrera para terminar, tenía que abandonar con la caja de cambios rota.

Así, pese a que prácticamente durante la segunda mitad de la carrera Andretti ya no forzaba el ritmo, tratando sólo de mantener la mecánica hasta el final, la diferencia entre éste y el segundo clasificado, el surafricano Jody Scheckter, fue ostensible.

Scheckter, del que parece ya seguro su paso a Ferrari -mientras que Villeneuve ocuparía su sitio en Wolf, siempre que este equipo le mantenga, lo que aún no es seguro-, realizó una gran carrera, después de haber tomado la salida pésimamente. Debido a ciertos problemas, en la vuelta de reconocimiento se retrasó mucho y, cuando llegó a la parrilla de salida, ésta estaba ya formada, cogiéndole el momento de la salida prácticamente distraído, por lo que fue rebasado y distanciado por todos.

Sin embargo, poco a poco fue recuperando posiciones -favorecido, además, por los muchísimos abandonos-, hasta llegar al segundo lugar, aunque lejos del vencedor, Mario Andretti. En tercera posición terminaría el francés Laffitte, por delante de Fittipaldi, Pironi y el jovencísimo multimillonario Rebake -lo que prueba la enorme cantidad de abandonos, pues, de no haber sido así, el mexicano no habría ocupado nunca esta posición-, quien, de esta forma, suma su primer punto.

Tras esta prueba, undécima del calendario, Andretti se destaca en la clasificación del mundial, que comanda con 54 puntos. Tras él figura su compañero Peeterson, con 36 puntos, seguido por Reutemann y Lauda, ambos con 31. En quinta posición se encuentra Depailler, con sólo 26 puntos. Todo, pues, parece indicar que Andretti será el nuevo campeón del mundo, pese a que aún queden cinco carreras por disputarse y, por tanto, muchos puntos en litigio. Pero no sólo los puntos, sino el abrumador dominio del italoamericano y su Lotus lo que hace presagiar este pronóstico.

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