ETA reivindica el asesinato del joven tiroteado en Zarauz

La rama militar de ETA reivindicó ayer el último acto de violencia en Euskadi que costó la vida a Domingo Merino, acribillado a balazos el miércoles, a las once de la noche, en la localidad guipuzcoana de Zarauz, a veinticinco kilómetros de San Sebastián. La organización armada vasca justifica su acción directa argumentando que la víctima se encontraba íntimamente relacionado con las fuerzas de la Guardia Civil al tiempo que manifiesta tener constancia del intento de Domingo de aproximarse a los sectores revolucionarios de la izquierda abertzale con el fin de pasar información a las fuerzas policiales.El extenso manifiesto acusatorio señala que, hace poco tiempo, la víctima, a la que califican de confidente de la policía, usurpó la personalidad del etarra Txomin Iturbe para extorsionar a algunos empresarios y exigirles el pago de un impuesto revolucionario.

La personalidad oscura de Domingo Merino era conocida en la villa zarauztarra por su presencia cotidiana en los establecimiento públicos, en los que «derrochaba fuertes sumas de dinero», según los propietarios de los bares de la lo calidad, a pesar de encontrarse sin trabajo fijo. Se dedicaba esporádicamente a la venta ambulante de tejidos y vivía en un hotel confortable a cuyas puertas cayó muerto.

No obstante, una llamada anónima a la redacción de EL PAIS reclamó para la Triple A la paternidad de este atentado.