Las familias gitanas de Carabanchel no ocuparán sus viviendas hasta septiembre

Las familias gitanas de la calle Lorenza Álvarez, en Carabanchel, no podrán ocupar sus nuevas viviendas en Alcalá de Henares hasta pasado el verano. La Delegación Provinicial de la Vivienda ha incumplido las promesas al efecto, lo que para ellos significa aguantar durante otro verano más las ínfimas condiciones de vida en las orillas del arroyo Valdecelada. El retraso afecta también a la mayoría del resto de los solicitantes.Hay que tener en cuenta el hecho de que estas familias son de raza gitana, y de que une, de sus problemas como grupo marginado es convencer a los payos de que la convivencia con ellos no tiene por qué resultar desagradable ni suscitar recelo alguno. A este fin, una asamblea celebrada en el barrio aprobó que en el reparto de las viviendas cada familia gitana ocupara un piso por cada bloque para evitar la formación de grupos cerrados dentro de la colonia.

Esta peculiaridad se puso varias veces en conocimiento del director general, Carlos Tutor, y se le insistió precisamente porque un matiz que para ellos es fundamental para un payo puede pasar inadvertido. La otra promesa del señor Tutor consistía en asegurar que en el reparto de las viviendas las cien familias de Lorenza Alvarez serían prioritarias. El motivo de esta deferencia es que sufren la misma falta de habitabilidad que el resto de los solicitantes -viviendas pequeñas, carencia de servicios, hacinamiento, etcétera-, pero además sus chabolas están enclavadas en una de las zonas más infectas de Madrid, la del arroyo Valdecelada, un verdadero nido de ratas y de enfermedades infecciosas.

Se suma a estos motivos el que, para erradicar el chabolismo, es imprescindible tirar las chabolas inmediatamente de que estén desalojadas, y que los terrenos liberados se conviertan en zona verde, se vallen o se vigilen de alguna manera. Caso contrario, a las pocas semanas volverían a estar habitadas por otras familias.

Así las cosas, una notificación de la Delegación Provincial les informaba que la primera remesa de entrega de viviendas se efectuaría en junio y totalizarían 240. En julio habría una segunda entrega de 423, otras 441 en agosto, 429 en septiembre y 27 en octubre. En total, las 1.560 viviendas construidas por el Ministerio en Alcalá de Henares.

De esas 240 de la primera remesa, a Carabanchel se destinan sólo 45, lo que impide satisfacer los deseos de los chabolistas. Pero además la entrega no se ha llevado a cabo y la delegación ya ha avisado de que el reparto no se iniciará hasta septiembre, sin que haya justificación alguna que lo explique, al menos oficialmente. Oficiosamente, un arquitecto de la delegación explicó que había problemas para suministrar las 1.500 cocinas que hay que instalar, y otro habló de la necesaria terminación de los techos-, que se dejaron con las vigas al aire y que ahora habrá que arreglar, ante la protesta de los adjudicatarios. Los vecinos de Carabanchel hablan también de que eso no justifica tres meses de demora, y que tal vez la razón real sea la paralización que el veraneo impone a la vida administrativa.