Los sanfermines podrían celebrase bajo el signo de la violencia

A falta de pocas horas para el comienzo de las fiestas de San Fermín, ocho personas, en huelga de hambre, permanecen encerradas en la tercera planta del Ayuntamiento de Pamplona, justo en el salón por el que alcalde y corporativos habrán de pasar este mediodía para disparar el tradicional chupinazo que inaugura oficialmente las fiestas.A pesar de que la Audiencia Provincial concedió ayer la libertad provisional a tres de los cinco encarcelados por su presunta participación en el asesinato del subteniente de la Guardia Civil Juan Eseverri, no se descartan unos sanfermines movidos y nuevas acciones de presión para conseguir la libertad de los otros dos detenidos. Miguel Angel Valencia y Jesús Suescun deberán permanecer en la cárcel, al no concederse la libertad provisional pedida por sus abogados en base al recurso de reforma presentado contra el auto de procesamiento.

Once peñas de mozos han pedido insistentemente, en entrevistas con el gobernador civil y presidente de la Audiencia, la excarcelación de los detenidos antes de San Fermín. Las peñas, al igual que la mayoría de los partidos, exigen la libertad de los detenidos por tener el convencimiento de que el 10 de mayo, fecha del acuchillamiento del subteniente, éste, de paisano, acompañaba a grupos de ultraderecha en acciones contra personas y locales del casco viejo. El juez, bajo fianza de 100.000 pesetas, concede la libertad provisional de Francisco Javier Orofino, Alfredo María Galindo y Jesús Modesto Villanueva, aunque.a últimas horas de ayer existía la posibilidad de que ninguno de estos detenidos saliese de la cárcel en tanto no se concediese la libertad de Miguel Angel Valencia y Jesús Suescun.

Por su parte, concejales del Ayuntamiento prosiguen las tentativas para que los encerrados depongan su actitud antes de las doce de hoy. A la hora de redactar esta información, las ocho personas en huelga de hambre han manifestado que permanecerán en el salón-comedor del edificio consistorial, aunque no se opondrán al disparo del cohete ni al normal desarrollo de los festejos. El alcalde, Jesús María Velasco, de continuar esta situación, deberá encender la mecha del cohete desde el segundo piso y dirigirse a las miles de personas concentradas en el Ayuntamiento debajo de una pancarta que pide amnistía total para los encarcelados en la prisión provincial. Los ericerrados, que han cerrado la puerta por dentro y retirado las manillas exteriores, permanecen en esta actitud desde el lunes. Por otra parte, hay que añadir la eventualidad de una posible suspensión del primer encierro de toros, al haber quedado dañados algunos tablones que cercan las bocacalles del recorrido, cuando en los últimos incidentes fueron sacados de sus bases y utilizados como barricadas. La carpintería encargada del vallado de las calles ha advertido que no podrá hacer frente a una emergencia si faltan más tablones, numerados y especiales, y continúan siendo empleados, a modo de obstáculos, contra los vehículos policiales.