Un tribunal decreta la expulsión de los huelguistas de Renault

El Tribunal de Apelación de Versalles decretó en la mañana de ayer la expulsión de los huelguistas de la empresa automovilística Renault, que ocupan los talleres de la factoría situada en las cercanías de París. En el caso de que el desalojo decretado por el Tribunal no se lleve a cabo de forma voluntaria, podrían intervenir las fuerzas policiales, al amparo de la resolución judicial.

Previamente a la promulgación de la sentencia, la dirección de la factoría de Flins había anunciado que 9.000 de los 20.000 trabajadores que integran la plantilla de la Renault en sus instalaciones de la región parisiense quedarían en situación de paro técnico.

El conflicto de Renault -empresa nacionalizada- afecta de modo total a los talleres de prensa y, aunque por el número de trabajadores implicados pudiera calificarse de minoritaria, su persistencia tiene efectos directos sobre toda la cadena de montaje, ya que impide la fabricación de algunas piezas esenciales, sin las que no puede desarrollarse el montaje de las unidades. En el indicado taller trabajan alrededor de mil obreros, de los que sólo quinientos permanecen en paro. Según estimaciones de la dirección de Renault, la empresa está dejando de sacar al mercado actualmente entre 1.700 y 1.800 coches diarios desde que dura el conflicto.

En la resolución del Tribunal de Apelación se dice que procede la expulsión de los perturbadores, por cuanto impiden y coaccionan las intenciones de normalización laboral de sus compañeros y paralizan con su actitud las posibilidades de producción de toda la planta al detener la cadena de montaje.

Al mismo tiempo que decreta la expulsión de los obreros encerrados, el Tribunal nombró a un experto con carácter de negociador para que informe acerca de las causas y el desarrollo del conflicto.