Perú volvió a defraudar ante Polonia

Perú, al perder justamente con Polonia, es uno de los equipos descartados en el Mundial. Polonia, en cambio, puede aspirar aún a casi todo. Los peruanos, aunque empezaron bien con su típico juego por los extremos y de apoyo en las triangulaciones, se volvieron a perder, como ante Brasil, en una lentitud desesperante. Esto acabó propiciando el mejor hacer polaco, que ya en la primera parte mereció algún gol y bajó la calidad de un nuevo partido en este mediocre Mundial a límites insospechados.Luego de unos comienzos prometedores en los dos extremos peruanos, Oblitas y Munante, Deyna encauzó como quiso el juego de su equipo y con la ayuda eficaz de Nawalka y Boniek -un magnífico media punta- Polonia llegó con facilidad a la portería rival. Los marcajes no fueron demasiado firmes y por eso el partido, aunque algo lento en la formación de las jugadas, transcurrió con fluidez. Los polacos, más rápidos y con ideas. al acercarse al área contraria, pusieron a prueba continuamente al buen portero Quiroga, que tan mal había estado frente a Brasil. El argentino nacionalizado peruano salvó, especialmente, un lanzamiento libre de Deyna, enviando el balón a corner junto al ángulo derecho de su portería, al cuarto de hora de juego.

La defensa peruana, ante el desbordamiento de su centro de campo, donde notó la ausencia de Velásquez, sustituido por un oscuro Quesada, y donde ni Cubillas ni Cueto hicieron nada, se vio siempre superada.

Polonia, pese a que Masnaler, el cuarto centrocampista, no estuvo bien hasta que entró en la segunda parte Kasperczak, fue imponiendo su dominio en la parcela central y las ocasiones de peligro se acentuaron con el transcurso del partido. Quiroga detuvo dos disparos de Szarmach y tras un gran centro de Maculewicz, lateral que como Szymanowski acabó anulando a los extremos peruanos; -el delantero centro La Rosa se marcó solo-, vio como el cabezazo de Lato rozaba un poste.

El concurso del citado Kasperczak, defensa libre forzado contra Argentina, fue aún más decisivo para confirmar el dominio polaco y Deyna pudo así dedicarse a organizar menos y subir más a la delantera, teniendo hasta cuatro clarísimas ocasiones de gol. Dos minutos después del gol, por ejemplo, cabeceó al poste derecho un centro de Szarmach y el rechace lo envió fortuitamente Lato a las manos del desbordado Quiroga.