Depresión
Seguramente ayer fue la peor sesión de la semana, no tanto porque así lo reflejara el índice general madrileño, sino por el ambiente que había en el parquet.Sin que haya muchas órdenes (el volumen de ayer también fue pequeño) se impone netamente la oferta y los precios van para abajo.
Esta depresión alcanza a todos los sectores, menos el de monopolios, gracias al cuartillo que ganan Campsa y Telefónica, y menos construcción, aunque Dragados y Vallehermoso no operan por falta de contrapartida dineraria.
En eléctricas las diferencias fueron milimétricas, pero casi generales, si exceptuamos Iberduero.
Los grupos típicamente industriales, como químicas y siderúrgicas, también se replegaban y resultaban alcanzados todos sus valores punteros, e incluso hubo alguno (verbigracia: Hornos) que no pudo contratar.
Pero donde abunda el papel es en bancos, lo que ocasiona recortes de no gran cuantía (Popular, Vizcaya, Bilbao). A los que resisten, les cuesta el dinero, y así Santander negoció más de veinticinco millones nominales, Banesto, 7,5 etcétera.
Empezó la ampliación de FECSA con pérdida.
Al cierre, pesimismo y más órdenes vendedoras.
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