Nueva ofensiva del PSC contra Tarradellas

La formulación de una nueva propuesta política con relación a la Generalidad fue acordada por el consejo general del Partido Socialista de Cataluña (Congrés) (PSC-C) en el curso de una reunión celebrada a lo largo de todo el domingo. En ella se repiten consideraciones ya conocidas -como la descongelación de la asamblea de parlamentarios-, sistemáticamente rechazada por Tarradellas, quien, una vez más, fue duramente criticado por los componentes del principal organismo interno del PSC-C.

La propuesta fue presentada por Joan Reventós, en nombre del secretariado general y en su elaboración había jugado un papel capital Narcis Serra, ministro socialista de la Generalidad. Contiene cinco puntos genéricos: reafirmación de la política «de unidad catalana» que se plasma en la presencia de todos los partidos parlamentarios en la Generalidad; exigencia de transparencia informativa, liquidación «del triunfalismo que ha presidido los últimos meses de la Generalidad»; convocatoria de la asamblea de parlamentarios de Cataluña, y finalmente ofensiva popular en favor de los traslados de competencias, mediante «acciones de desbordamiento democrático desde fuera de la Generalidad».Reventós efectuó una valoración muy crítica de la actual marcha del organismo preautonómico catalán. La concretó como «fase de pérdida de prestigio de la Generalidad, de su presidente y de los partidos que apoyan su política, especialmente los socialistas». Se refirió también a la «aparición de una concepción presidencialista de la Generalidad, con interrupción del proceso democrático que encarnó la asamblea de parlamentarios de Cataluña. Aludió claramente al acentuado presidencialisrno «que paraliza la Generalidad». Utilizó varias veces las palabras «desencanto», « desmoralización » y «abstencionismo».

Roldán, por un Gobierno de mayoría

Después de Reventós intervinieron el profesor Santiago Roldán, decano de la facultad de Ciencias Económicas, quien manifestó su coincidencia con el análisis crítico y añadió que discrepaba en lo referente a la viabilidad de las alternativas, así como en su prentendida novedad. Señaló una contradicción entre la dureza crítica y el carácter poco original de las propuestas. Roldán se mostró favorable al rechazo del actual unitarismo para pasar a buscar una mayoría coherente de Gobierno. Para ello propuso formalmente una aproximación a los sectores progresistas del partido de Jordi Pujol, para posteriormente, abrir también un diálogo con los comunistas catalanes. Se refirió a la posibilidad de que, una vez más, los socialistas se quedaran solos frente a Tarradellas.Roldán fue replicado por Serra y Reventós. El primero sostuvo que la crisis de la Generalidad era «personal» -con relación a Tarradellasy no una crisis política. Ambos se mostraron contrarios a aceptar una remodelación del Gobierno catalán. Reventós afirmó que aceptar ésta sería retirar la confianza a los representantes de! propio partido del Gabinete.

Por su parte, Santiago Roldán insistió en la búsqueda de una política de alianzas y de un programa de Gobierno. Afirmó también que, pese a la actual postura del partido, era muy probable que Tarradellas impusiera una remodelación. No obstante, la inmensa mayoría del consejo general se inclinó a favor de la propuesta de Reventós: se registraron sólo doce abstenciones sobre unos setenta asistentes.

Se concretó también la necesidad de fijar un calendario para los traspasos de las competencias de las diputaciones a la Generalidad, y reconsideró que deberían efectuarse totalmente antes de fines de junio. También se precisé que los ministros socialistas sin cartera no debían asistir a ninguna otra reunión con Tarradellas en la que no estuvieran presentes todos los miembros del Gabinete.

Los sectores más catalanistas del PSC-C, en el pasado, más cercanos a Tarradellas, son ahora los más críticos.