"Hay que conseguir importantes tasas de crecimiento económico"
La petición de un período de consolidación y revitalización del sistema económico político que estamos instaurando a partir de la Constitución y posteriores elecciones y la insistencia en que únicamente si se consigue un importante ritmo de crecimiento en la economía española podremos superar la actual crisis constituyeron las, dos claves de los discursos del presidente y consejero-delegado del Banco de Vizcaya en la junta general de accionistas celebrada ayer.El presidente, Ángel Galinder, tras manifestar su repulsa por la violencia, destacó el proceso político de los últimos meses y el hecho de que hayamos optado por un sistema de democracia pluralista. Elogió los resultados de la política económica del Gobierno y señaló que el paro se constituye en problema prioritario. Para conseguir puestos de trabajo consideró inexcusable una política de defensa y estímulo de la inversión. Esta inversión, dijo, necesita sosiego y seguridad y por ello reclamó, para después de la Constitución, un programa a cuatro o cinco años de consolidación de las reformas y revitalización de la economía. Finalizó su intervención destacando la importancia de que el inversor reciba una remuneración adecuada que le anime.
El consejero -delegado, Enrique Sendagorta, analizó los resultados del banco calificados de brillantes y centró sus palabras en la importancia de una política económica que pretenda una alta tasa de crecimiento, que garantice el empleo, sobre todo para los jóvenes y nos aproxime a las demás naciones europeas. Para conseguir ese crecimiento, dijo, no hay otro camino que un programa que ilusione al país, trasvase recursos del consumo al ahorro y de éste a la inversión e intensifique la exportación. Lo que no puede seguir, señaló, es un proceso de descenso de la formación bruta de capital y de crecimiento desproporcionado de las rentas a costa del excedente de explotación de las empresas.
Si queremos avanzar, dijo en sus palabras finales, tenemos que distinguir el empresario del especulador y dejar de hablar del beneficio como sinónimo de lucro inconsiderado, ya que es la base de la multiplicación de los empleos.
Sobre el ejercicio del Vizcaya destacó sus buenos resultados a pesar de inevitables fallidos. Indicó que el área internacional, que va a ser reestructurada y potenciada aportó más del 20 % del beneficio.
En el ejercicio de 1977 el Vizcaya destinó 1.083 millones al fondo de autoseguro, 1.361 a saneamiento de la cartera y 561 a amortizaciones. El beneficio neto después de impuestos se situó en 2.750 millones (11 % más que en 1976). En la memoria se alude a la regularización fiscal que supondrá para el banco revalorización de sus cuentas de inmuebles y de recursos propios.
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