A contracorriente
La irracionalidad de la Bolsa española a corto plazo es inefable. Ayer, que los resultados electorales daban un triunfo de la izquierda, que se detectaban fisuras en la jerarquía militar y que Barcelona estaba paralizada por una huelga casi general, ayer, repetimos, subía la Bolsa. Incomprensible.Pero el dato está ahí y a pesar de hablarse de estos temas, se subió el índice general, la mayoría de los parciales y numerosos valores (76 en renta variable). Querer es poder.
La explicación técnica es que se había retirado completamente el papel y que con poco dinero se pudieron forzar las mejoras, en una reacción, desde luego, generada en el mismo patio de operaciones.
Los sectores eléctrico, químico, bancos y sidero han sido los beneficiados por el cambio de tónica y por la pequeña demanda existente.
En los corros eléctricos el ambiente era más favorable que el día anterior y al haber más dinero mejoraron casi todos los cambios, con FECSA e Hidrola al frente.
El grupo de construcción e inmobiliarias reaccionó en bloque produciéndose subidas generales. Dragados gana siete duros y Urbis recupera la par.
La demanda actuó también en el grupo químico, llevando a petróleos a recuperar la cota doscientos.
También la banca recoge los frutos de la mejor disposición del parquet y se extienden las ganancias, en general discretas, si exceptuamos Popular, Bilbao y Banesto. Atlántico, que empezará una ampliación del 1 X 7 liberada el 40 % el próximo martes, sube tres puntos.
Al cierre, gran equilibrio, pese a las regulares noticias del día.