Los treinta y seis padres de la Constitución

La tarea más importante de las Cortes elegidas el 15 de junio es la elaboración de la Constitución y faltan ya escasas semanas para que se inicie el debate parlamentario sobre el texto legal que ha de regir la vida española. La atención pública, centrada durante ocho meses en torno a los trabajos de la ponencia, se traslada ahora a la Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Públicas, del Congreso, integrada por 36 diputados, de los que diecisiete pertenecen a UCD; trece son socialistas; dos comunistas; otros dos de Alianza Popular, y uno por cada una de las minorías catalana y vasca.El juego de las fuerzas presentes en esta comisión, reproducción aproximada de la composición de la Cámara, permite al partido gubernamental contar con cierta holgura en lo que se refiere a las votaciones. Sólo los votos unidos de las restantes minorías serían capaces de derrotar a UCD, a cuyos diecisiete votos bastará que se le adhieran dos de alguna otra minoría para tener ganada la votación, o uno para asegurar el empate.

Los temas que contiene el anteproyecto de Constitución difícilmente podrán unir a todas las minorías contra UCD. Tanto la regulación de la enseñanza, las relaciones Iglesia-Estado y el modelo económico, como otros puntos sobre los que permanece roto el consenso, alinean en un mismo lado a UCD y AP como mínimo. Tal vez únicamente en la decisión sobre cuestiones a través de las cuales UCD pretenda reforzar su continuidad en el ejercicio del Poder -regulación de la moción de censura, por ejemplo-, sea posible una alianza de las restantes fuerzas parlamentarias, aunque tampoco es previsible'en esta materia que UCD se quede sola.

Junto a las votaciones, la importancia política de las sesiones de la comisión va a residir en los debates. ¿Qué diputados ha destacado cada grupo parlamentario para afrontar la discusión constitucional? Una primera ojeada a las 36 biografías permite observar un predominio profesional de juristas y profesores universitarios. Políticamente, la Oposición ha desplazado a sus primeros y mejores hombres, mientras que el partido del Gobierno ofrece un nivel general inferior en sus elegidos, como si reservara sus primeros espadas para el debate en el Pleno...

La edad media de los 36 diputados es de 43,9 años, un poco inferior a la media del Congreso (44,2), mucho menor que la media del Senado (49,6) y a gran distancia de la media de las últimas Cortes orgánicas (53 años). Los dos principales grupos de diputados ofrecen una media de edad muy similar (43 años los centristas y 42,3 los socialistas), aunque el benjamín sea socialista -Vicente Antonio Sotillo, veintiocho años- y el más viejo del lugar pertenezca a UCI) -Jesús Esperabé de Arteaga, 68 años-, con una qistancia entre ambas edades de cuarenta años precisamente.

Asimismo, los grupos tercero cuarto del Congreso están representados en la comisión constitucional por diputados de similar media de edad, notablemente elevada respecto a lajuventud de UCD y PSOE: la media de los diputados comunistas es de 55 años y la de AP de 54,5.

Seis de los 36 diputados fueron procuradores de las Cortes orgánicas, y de ellos cuatro -Esperabé de Arteaga, Cisneros, Meilán y Sancho Rof- se alinean en UCI), y los otros dos -Fraga y Silva, los únicos ex ministros- en AP.

Sólo una mujer, María Teresa Revilla (UCD), pertenece a la comisión, cuyos cinco miembros de la mesa se distribuyen entre UCD (tres, incluido el presidente) y PSOE (los otros dos).

La línea política general de los diputados que están llamados a iniciar el debate constitucional apunta hacia la moderación, si bien por parte de las fuerzas de la Oposición -que parecen contar con una estrategia más estudiada- las cañas podrían volverse lanzas si la situación lo requiriera. El grupo socialista, de manera especial, ha cuidado la presencia en la comisión constitucional de todas las tendencias del partido, enriquecidas en este momento con la aportación que cabe esperar del profesor Tierno Galván.