Satisfacción sindical por la respuesta obrera

Más de cuatro millones de tra ajadores españoles secundaron ayer, con motivó de la jornada de protesta europea contra el desempleo, el llamamiento a una hora de paro efectuado por CCOO y UGT, según informaron en una rueda de prensa conjunta miembros de las ejecutivas de ambas centrales.

La jornada fue calificada de un éxito y se aseguró que habla sido la mayor movilización de trabajadores en nuestro país en los últimos cuarenta años, doblando incluso la participación de la jornada de huelga que convocó la COS el 12 de noviembre del 76. Los dirigentes sindicales reiteraron los motivos de esta acción: protesta contra el paro, devolución del patrimonio sindical, negociación colectiva, acción sindical en la empresa y pleno reconocimiento de los derechos sindicales. «Sin unas medidas urgentes y en profundidad contra el desempleo y sin un establecimiento de unas relaciones laborales y sindicales mínimamente aceptables para los trabajadores, no se podrá salir de la actual crisis y peligrará la democracia española», afirmó Nicolás Sartorius (CCOO), quien tras exponer los graves niveles de paro en nuestro país, dio cuenta de la falta de respuesta del presidente Suárez y de la patronal CEOE, que sugirió le enviaran por correo la propuesta de CCOO y UGT para que les recibieran y hacerles entrega de un memorándum sobre los problemas apuntados. El documento fue entregado, sin embargo, al presidente de las Cortes por los secretarios generales de ambos sindicatos.A lo largo de dicha rueda de prensa se insistió en la coherencia de la acción, frente a las criticas de la CEOE y algunos diarios, «ya que es la mejor forma que tenemos los sindicatos para llamar la atención sobre problemas tan graves como el paro y la libertad sindical». Hubo duras palabras para la CEOE (Sartorius habló de «reacciones histéricas de la patronal») en su ofensiva contra el dictamen de la ponencia sobre el proyecto de ley de representación en las empresas.

Se informó de la reunión que ambas centrales mantendrán hoy con el vicepresidente Abril Martorell, al que se acusó de haberles emplazado a las centrales, en las últimas reuniones mantenidas para que éstas le enviasen un orden del día sobre temas a negociar y la falta de respuesta al mismo, que se le remitió el 8 de marzo, hasta veinticuatro horas antes de la jornada de ayer. Zufiaur (UGT) aseguró que no estaban dispuestos a seguir acudiendo a los despachos de los ministros a que se les informara, y que estaban dispuestos a nuevas movilizaciones si la Administración no se decidía a negociar.

Ambas centrales, por otra parte, aseguraron que no iban a aceptar un pacto social, como anunció un vespertino madrileño en primera plana, en sustitución del pacto de la Moncloa. «Estamos porque estos acuerdos se cumplan, y no por arrumbar los pactos como querrían ciertos sectores de la oligarquía y las multinacionales, que además son los causantes de la actual crisis económica.»

Sobre el llamamiento unilateral de CCOO y UGT a esta acción, ambos sindicatos insistieron que las elecciones sindicales habían clarificado el panorama y que estaba claro que para los trabajadores no había más que dos centrales CCOO y UGT. «No se puede hace; sindicalismo hoy -dijo Sartorius- con un 2, un 3 o un 5% de los votos de los trabajadores. Esas centrales tendrán que recapacitar y aceptar la actual bipolarización.» Entre tanto en nuestra redacción se recibían comunicados de otros sindicatos, como el SU, valorando el éxito de la protesta y resaltando su participación en el paro.