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El Gobierno pedirá a los accionistas de la siderugia que asuman parte del coste de la reestructuración

Durante la jornada de ayer, último día de mes y, por tanto, de pago de nóminas, los trabajadores de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM), se declararon en huelga en protesta por la actitud de la empresa de resistirse al pago de los sueldos ante las dificultades financieras por las que atraviesa. A media mañana, la dirección comunicó a los trabajadores que se abonarían a cuenta 20.000 pesetas lineales a todos los trabajadores. La plantilla es de 5.300 en Sagunto y Madrid. La huelga estaba convocada también en protesta por la salida de material de la empresa con destino a almacenes de Altos Hornos de Vizcaya (AHV), primer socio de Altos Hornos del Mediterráneo y uno de sus principales acreedores.

A principios de mes, la posición de la dirección de AHM era de no pagar la nómina de marzo por imposibilidad financiera. En su opinión, la única alternativa era que el Estado se hiciera cargo, por la fórmula jurídica que estimara oportuna, de la administración y gestión de la empresa. Elemento clave en este punto era el pago a Altos Hornos de Vizcaya de la deuda pendiente con su empresa filial, que puede ascender en estos momentos a unos 9.000 millones de pesetas.Negociaciones

Con el cambio de equipo económico del Gobierno se ha producido una modificación de los supuestos y de la forma de enfocar el tema siderúrgico. En las últimas reuniones de la comisión delegada se habló del tema. Concretamente en la reunión del martes y en el Consejo del jueves el titular de Industria presentó un informe amplio y documentado sobre la situación del sector y las medidas o alternativas recomendadas. El miércoles, el ministro se reunió con los líderes de las dos centrales sindicales más importantes (CCOO y UGT) para dialogar por separado durante más de una hora sobre el terna de la crisis siderúrgica y las posiciones de administración y centrales sobre ella. Ayer, el ministro de Industria se reunió con los principales banqueros de la industria siderúrgica integral privada, que son, además, accionistas y acreedores de las dos empresas AHM y AHV, para discutir las posiciones de banca y la Administración sobre el problema. Los contactos entre Industria y Economía y las gerencias de las empresas siderúrgicas, son también frecuentes. En breve se espera que se constituya una comisión formada por los presidentes de las tres empresas integrales, señores Baranda, Boada e Hidalgo de Cisneros, y el ministro de Industria, que se reunirá frecuentemente para revisar la evolución del sector y ajustar una estrategia común que simplifique costes.

Diagnóstico

En síntesis los problemas se plantean en los siguientes términos:

El sector tiene una capacidad de quince millones de toneladas año, que solamente se cubrió en 1977 y previsiblemente en 1978, más que entre 10,5 y once millones de toneladas.

La crisis es generalizada en todos los países del mundo que han tenido que apoyar con ayuda oficial a las empresas públicas o privadas del sector.

La crisis va a durar varios años y no hay previsiones serias de relanzamiento en plazo inmediato.

El aumento de costes no se ha seguido de una política adecuada de tarifas lo que ha provocado una grave descapitalización de todas las empresas, que ven acentuados sus costes financieros -hasta un 10% de sus ventas- y se encuentran en pura pérdida de cantidades importantes de dinero por año. En 1977, Ensidesa perdió de¡ orden de 10.000 millones de pesetas (con casi 85.000 millones de ventas). Altos Hornos de Vizcaya se estima que perdió 2.500 millones (unos 45.000 millones de ventas y Altos Hornos del Mediterráneo, cifra sus pérdidas en unos 3.500 millones, con un volumen de ventas de cerca de 15.000 millones.

El programa del Gobierno para actuar sobre el sector se centra en tres ámbitos: económico, financiero e industrial.

Estabilidad de capacidades

En el aspecto industrial se trata de mantener los actuales niveles de capacidad, sin autorizar nuevas inversiones que generen más problemas. Eliminar las instalaciones obsoletas e innecesarias en plazo razonable. Coordinar las producciones y los desequilibrios de cada planta limitando en lo posible importaciones.

Autorizadas dos subidas de precios

En el aspecto económico la comisión delegada en su última reunión y después del informe de la Junta de Precios autorizó dos aumentos de precios, uno lineal del 5% y otro ponderado de otro tanto, de aplicación inmediata. Estos aumentos no serán los únicos en el año y previsiblemente en breve se apruebe otro del 10% que permita a las empresas limitar mínimamente su grave desequilibrio financiero.

En este punto se plantean también medidas de ordenación en el comercio exterior e interior, se trata de fijar y mantener unos precios mínimos en el sector que eviten irregularidades. El hecho de que la siderurgia no integral esté formada por 247 empresas, algunas de ellas de pequeño tamaño y difícil control, es una dificultad importante para una disciplina de precios. Unesid, como entidad que agrupa a todo el sector, mantendrá el lunes una reunión con las autoridades de Industria para tratar este punto.

En el aspecto laboral, se trata de proceder a algunas regulaciones de plantillas de pequeña cuantía -se habla del 5%- que se plantearían como jubilaciones anticipadas. Se pretende también negociar con las centrales una mayor movilidad de las plantillas para facilitar una reducción de costes.

Ayudas financieras

En el apartado financiero es donde se plantean mayores problemas y donde las alternativas requieren una negociación más cuidadosa. En el caso de Ensidesa, empresa en la que el INI mantiene prácticamente la totalidad del capital, la capitalización de la sociedad no puede venir más que a través de fondos públicos suministrados por el INI en base a los presupuestos de este año, a anticipos sobre el año que viene, conversión de créditos en acciones u otras ayudas financieras.

Altos Hornos de Vizcaya y Mediterráneo plantean problemas diferentes. En primer término ambas empresas están íntimamente ligadas, ya que AHV participa con el 42% en AHM, los socios de AHM lo son también de AHV, la empresa de Sagunto utiliza los servicios comerciales de la de Vizcaya. En los últimos años se han producido transmisiones importantes entre ambas empresas aún no liquidadas. En resumen, ambas estaban en proceso de fusión que la crisis del sector ha quebrado.

La capitalización de las dos empresas se plantea mediante fórmulas de aportaciones de los accionistas, moratorias de los acreedores y, finalmente, con aportaciones del Estado que pueden revestir fórmulas de crédito o de inversión en capital.

La filosofía del Gobierno es evitar cualquier tipo de nacionalización no estrictamente necesaria y comprometer a accionistas, trabajadores y acreedores en la solución de los problemas de las empresas.

El modelo de trabajo para afrontar la crisis que el Gobierno parece que quiere implantar es el de la negociación en varios frentes con capital, trabajadores, acreedores y financieros. La ayuda oficial aparecería en el momento en que se produzcan acuerdos entre las demás partes implicadas en los problemas. La magnitud de la ayuda financiera que precisa la siderurgica con carácter inmediato y continuado al menos en un par de ejercicios es importante y previsiblemente tendrá que pasar por las Cortes con carácter, al menos, informativo y probablemente de propuesta de ley.

La negociación de la solución, que previsiblemente se va a intensificar en este mes de abril, promete ser un importante pulso entre Gobierno, centrales sindicales y financieros (los principales bancos), sobre las concepciones y prácticas de cada grupo en su política económica.

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