Se radicaliza el conflicto de la construcción de Navarra
Mientras las negociaciones entre empresarios y huelguistas de la construcción han quedado rotas, al decidir la patronal no incrementar sus propuestas salariales, el convenio del metal, que afecta a unos 30.000 trabajadores en la provincia, se firmaba a últimas, horas del viernes, después de trabajosas conversaciones entre las mesas negociadoras.Este convenio, que hasta última hora contó con la oposición de pequeños empresarios de talleres de reparación, garantiza un mínimo de 25.000 pesetas al mes por catorce pagas y un incremento del 20% sobre la masa salarial bruta, que será distribuido el 50% de forma lineal y el otro 50% de forma porcentual.
Por su parte, los empresarios de la construcción, después de una asamblea general, han decidido no presentar ninguna alternativa económica que difiera de las 366.000 pesetas anuales netas ofertadas hace unos días, en contraposición con las 400.000 netas para el peón que exigen los trabajadores. Las conversaciones han llegado a un punto muerto de difícil salida y que posiblemente radicalice un conflicto iniciado hace trece días. Al tiempo que los huelguistas interpretaban esta ruptura de negociaciones como una prueba y como una manera de alargar el conflicto hasta después de Semana Santa y evitar el pago de varios días, fuentes de la mesa negocia dora de la parte social han manifestado a EL PAIS que esta huelga patronal es inadmisible, ya que los trabajadores siempre han estado dispuestos al diálogo. Los empresarios han hecho pública su postura de buscar la mediación de los parlamentarios y de no subir en una peseta su propuesta económica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.