La Telefónica presenta un sólido ejercicio, con 16.000 millones de beneficio en 1977
La presentación de un ejercicio boyante, como lo demuestran los 15.900 millones de beneficios, la exposición de la sólida marcha de la sociedad y el anuncio de pago de un dividendo complementario del 10,5% no fueron argumentos suficientes para callar las numerosas quejas de accionistas de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) -usuales por otro lado- sobre la pérdida de rentabilidad de sus acciones que se produjeron a lo largo de la junta general que se celebró en la mañana de ayer.
La junta general tuvo novedades sobre las celebradas en años anteriores, como lo demuestra el hecho de que se suprimiese el extenso discurso de su presidente y se anulase el regalo anual con que esta sociedad, al igual que otros, premia a sus accionistas por asistencia a la junta. Sin embargo, varios fueron los accionistas que se quejaron de la falta de transparencia informativa de la CTNE, al no conformarse con los datos y series estadísticas que a memoria ofrece. Como también es habitual en esta junta, no faltaron accionistas que pidiesen la dimisión del actual consejo de administración y la revisión del contrato que la compañía tiene con el Estado.De las intervenciones de los señores Allende y Rodríguez Castella, presidente y consejero-delegado, respectivamente, cabe resaltar los datos más significativos del ejercicio pasado de la CTNE.
La inversión en 1977 alcanzó los 74.593 millones de pesetas, que representa un incremento relativo del 16,2 % sobre los 64.115 millones de 1976. Esta inversión se financió mediante ampliación de capital (14.385 millones de pesetas), autofinanciación (27.500 millones), emisión de obligaciones (22.000 millones), créditos extranjeros (5.200 millones) y créditos nacionales (4.900 millones). Para 1978 está prevista una inversión de 88.000 millones de pesetas, cifra que a pesetas constantes es la misma de los años anteriores y para lo que se alcanzará una nueva cifra récord de auto financiación con cerca de 33.000 millones de pesetas.
La facturación durante 1977 alcanzó los 90.000 millones de pesetas, con un incremento del 39,3 % sobre la de 1976. Los gastos de explotación, estructura y otros superaron los 42.700 millones, con un alza del 31 %. Los gastos financieros, con más de 20.200 millones y un crecimiento del 25,6 %, absorben el 22,5 % de la facturación, mejorando la relación habida en el pasado año, que supuso el 25 %.
Las deudas a medio y largo plazo superan en 23.000 millones de pesetas las de 1976; de éstas, 15.000 millones corresponden a las nuevas obligaciones emitidas durante 1977. Este incremento de las deudas a medio y largo plazo absorbe la financiación del 30,9 % de las inversiones del año. Las deudas a corto suponen el 19,2 % del pasivo exigible, mejorando en 0,24 % la proporción de 1976.
Tarifas
Durante el pasado año, los ingresos por cuotas de abono alcanzaron los 18.400 millones de pesetas, o sea el 20,5 % sobre la facturación, con un retroceso del 8,6 % sobre la participación que las cuotas representaron en los productos de explotación de 1976. Estos 18.400 millones significan un ingreso medio por línea en servicio de 3.200 pesetas y 2.900 pesetas al año por línea instalada, cantidades que no alcanzan ni el 3% anual de la inversión realizada.Sobre la aprobación de nuevas tarifas por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos en el supuesto de que los teléfonos y las líneas fuesen los mismos que en 1977 y se mantuviera el valor del inmovilizado de la CTNE, éstas podrían representar un incremento de facturación de 8.000 millones de pesetas, con lo que la recaudación total por este concepto de cuotas de abono pasaría a ser de 26.000 millones de pesetas, que por línea y año representaría 4.180 millones. El consejero-delegado se mostró partidario de equilibrar las cargas por el uso del teléfono, incrementando preferentemente las cuotas de abono hasta cantidades más rentables y concordantes con las que rigen en los demás países europeos.
La junta general autorizó al consejo aumentar el capital hasta 237.000 millones de pesetas (en la actualidad el capital social supera los 158.000 millones), y emitir obligaciones hasta el máximo legal autorizado.
Durante el presente año 1978 la CTNE tiene proyectado ampliar el capital, ya que, en opinión del señor Allende y García Baxter, las necesidades de ampliación de la compañía exigen buscar fuentes de financiación para proseguir la marcha económica de la sociedad. En este sentido hay que resaltar que en la actualidad las peticiones de teléfonos superan la cifra de 600.000 peticiones, que hay que atender si no se quiere sufrir las consecuencias que una paralización de las inversiones supondría.
Ante la preocupación mostrada por algunos accionistas sobre una hipotética y futura nacionalización de la CTNE, dado el contrato que ésta tiene con el Estado, el señor Allende puso de relieve que no existe intención alguna sobre el asunto; pero que, en cualquier caso, el precio de rescate es, en la actualidad, superior al 300 % del valor de las acciones.
García Pablos cataloga de contradictora a la CTNE
«La CTNE tiene dos caras: una para el usuario y otra para la Administración», ha afirmado Antonio García Pablos, presidente de la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU) la Efe.
El presidente de la OCU, a la vista de los resultados de la compañía, ha señalado que el aumento de tarifas aprobado en marzo de 1977 suponía un incremento del 11% según la Telefónica, aunque ahora resulta que, según la propia compañía, la recaudación ha experimentado un incremento del 39,4 %, lo que significa un 300% de exceso sobre la estimación de la compañía, que, sin duda, fue tomada en consideración al autorizarse la subida del año pasado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.