Sólo falta la conformidad de Fernando Abril en la preautonomía valenciana

Las tres nuevas condiciones que el Gobierno impuso a los parlamentarios valencianos antes de conceder la preautonomía (reducción del número de consejeros, modificiación del número de participantes de los municipios en el órgano preautonómico y la forma de participación de las diputaciones) fueron acatadas por los negociadores valencianos en una segunda conversación que mantuvieron a última hora de la tarde del miércoles.Con este nuevo acuerdo, que parece definitivo, la preautonomía valenciana sólo precisa del visto bueno de Fernando Abril, ministro que, según declaró un diputado socialista valenciano al corresponsal de EL PAIS, Jaime Millás, está interviniendo directamente en las negociaciones preautonómicas, aunque el portavoz del Gobierno sea Manuel Clavero.

Poco después de lograr el acuerdo, los diputados valencianos Beltrán y García Miralles, y el propio ministro para las Regiones, Clavero Arévalo, hacían unas declaraciones conjuntas ante los micrófonos de Radio Nacional, en las que se confirmaba que el acuerdo era ya total. Con estas declaraciones conjuntas, el señor Clavero quiso hacer constar públicamente su compromiso ante los parlamentarios, según comentó después otro miembro de la comisión negociadora, el señor Ruiz Mendoza. La intervención del ministro ante los micrófonos de Radio Nacional podría interpretarse, en cierta manera, como una medida de presión para que se acelere la concesión de la preautonomía valenciana, que podría estar congelada, al igual que la aragonesa y la gallega, por los criteirios de Fernando Abril, en el sentido de que antes habría que aprobar la Constitución.

El acuerdo a que llegaron los parlamentarios valencianos y el ministro especifica que el Consell estará compuesto, en su primera formación, por doce consejeros no necesariamente parlamentarios, completados con tres representantes de las diputaciones que no intervendrán en la elección del presidente, ni tampoco en el reparto de las carteras ministeriales.

De esta forma, se sigue garantizando la presidencia de un miembro del PSOE al tener la izquierda la mayoría de los votos. Las doce consejerías quedarán distribuidas de la siguiente manera: cinco para el PSOE, cuatro para la UCD, una para el Partido Comunista del País Valenciá, otra para el Partido Socialista Popular y otra última para Alianza Popular, proporcionalidad que respeta el equilibrio de fuerzas resultantes de las elecciones del 15 de junio.

Después de las elecciones municipales, el Consell tendrá una nueva formación, al retirarse tres de sus antiguos componentes e incorporarse nueve, tres por cada Diputación provincial. El Plenari decidirá en su día los miembros que abandonarán el ente autonómico, mientras que el mecanismo de incorporación de los nuevos quedará establecido en el decreto-ley. Este procedimiento consiste en elegir por mayoría de dos tercios a tres miembros de las diputaciones, mediante los votos que emitan