No se descarta un acuerdo entre socialistas y comunistas
Un acuerdo político podría ser negociado por el Partido Comunista francés y el Partido Socialista durante la semana que mediará entre las dos vueltas de los comicios legislativos de los días 12 y 19 de marzo próximo. Por su parte, las autoridades oficiales francesas protestaron por vía diplomática contra la injerencia del primer ministro danés, Anker Jogensen, que manifestó su preferencia por la victoria de Mitterrand, mientras los rumores sobre los futuros ministro danés, Anker Joergensen, que vez, el clima de posibilidades de triunfo de la oposición.El presidente de la Unión por la República (RPR), Jacques Chirac, pregonero incansable de la victoria de la derecha, reconocía anteayer que «el éxito de la mayoría es incierto». El líder del PCF, Georges Marchais, inició la semana pasada en Reims una nueva estrategia contra el «giro a la derecha» de los socialistas, moderando sus ataques y proponiendo la actualización del programa común antes de la primera vuelta, ladeando así la exigencia electoralista sine qua non, base de todo acuerdo con el PS y consistente en obtener más del 21 % de los sufragios al final de la primera ronda el 12 de marzo. El señor Marchais anteanoche dio un paso más y, aunque mantuvo el llamamiento para actualizar el programa antes del voto, no negó la posibilidad de un «acuerdo político» entre las dos vueltas.
Por su parte, el primer secretario del PS, François Mitterrand, que en un primer tiempo rechazó todo contacto con los comunistas antes del resultado final de las elecciones, el día 19 de marzo, hizo una concesión, por primera vez, anteanoche. Los socialistas estarían dispuestos a reunirse con los comunistas y con el tercer partido de la oposición -Movimiento de los Radicales de Izquierdas (MRG)- durante la semana que separará las dos vueltas y esto para elaborar un acuerdo que versaría no sólo sobre el problema esencial de los desistimientos, sino también -como lo desea el PCF- sobre las «líneas de fuerza» de la acción de un futuro Gobierno de izquierdas en caso de victoria.
El nombre del diputado, alcalde de Lille y número dos del PS, Pierre Mauroy, se baraja como posible primer ministro, «porque sería menos sospechoso que Mitterrand para la derecha». Ayer, el alcalde de Marsella y diputado, Gaston Defferre, desmintió ser candidato al mismo puesto, que se le atribuía «para que Mitterrand se conserve con vistas a las próximas elecciones presidenciales» de 1981.
El dirigente comunista encargado de las relaciones exteriores del PCI, Jean Kanapa, fue quien se confesó dispuesto a ocupar el puesto de ministro de Asuntos Exteriores de un eventual Gobierno de izquierdas. Esta noticia ha sido debidamente explotada por la prensa de derechas como anticipo de las perspectivas colectivistas si el PCF sube al poder.
Entre tanto, el actual Ministerio de Asuntos Exteriores convocó al embajador danés en París para protestar contra la simpatía por la victoria de la izquierda manifestada por el primer ministro de su país, señor Joergensen, la semana pasada ante la prensa.
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