La política monetaria, el futuro de la banca y la deuda exterior centraron la reunión
Realizar un análisis de la política monetaria española, de las actuaciones financieras tanto internas como externas, de la industria y la banca y ofrecer una visión de la economía española por parte de grupos políticos, fueron los puntos requeridos a los ponentes para la segunda sesión de las jornadas que sobre Negocios en España organiza el diario británico Financial Times.
Presidida esta segunda jornada por el dirigente empresarial Carlos Ferrer Salat, el primero que intervino fue el gobernador del Banco de España, José María López de Letona, quien indicó que, enfrentada al dilema de frenar el ritmo inflacionista y evitar una paralización creciente de la economía, la política monetaria española ha perseguido desde hace varios años un curso intermedio, con tasas de crecimiento de la cantidad de dinero del orden del dieciséis al 21%. Esto se considera aparentemente un fracaso en el logro tanto de uno como de otro objetivo, pero el orador consideró apresurado este juicio.«No creo que haya nadie -dijo- que pensara que con esas tasas de expansión monetaria podría deteriorarse el proceso inflacionista. Y ese es el objetivo que con razón o sin ella se propusieron las autoridades económicas del país. Una consideración exclusiva del problema de la inflación hubiera requerido un proceso de contención monetaria mucho más estricto, que no se emprendió por el temor a provocar una paralización aún mayor de la actividad económica y un aumento adicional del paro.
El gobernador del Banco de España terminó señalando que un análisis superficial de la experiencia de los años 1974 y 1977 indica que la política monetaria podrá acaso controlar un proceso de expansión en marcha y evitar que surjan excesos de demanda. Pero ante una situación de depresión e inflación nuestra economía en los momentos presentes -agregó- no puede por sí sola atacar eficazmente uno de los problemas sin causar estragos en el otro. La consecuencia es que, ante situaciones como ésta, sólo es posible concebir la política monetaria como una política de acompañamiento de actuaciones conjuntas en un campo mucho más amplio, que abarca otras ramas de la política económica, como la de rentas, la fiscal y la de tipo de cambio. Esta era la única estrategia coherente con la política monetaria practica da desde 1974 y que se ha plasmado finalmente en los acuerdos de la Moncloa.
Deuda extranjera
Habló después Hilary P. Reddy, vicepresidente y director adjunto de Bankers Trust Company (USA), quien dijo que, durante los pasados cuatro años, los mercados de eurodivisas y eurobonos han proporcionado casi 7.000 millones de dólares de financiación a España. La mayor parte de estos fondos, aproximadamente, 6.300 millones de dólares, han sido conseguidos a medio plazo en el mercado de préstamos indicados internacionales, donde la cifra de préstamos española representaba algo más del 5% del total, casi tanto como Francia y más de lo que Italia pidió prestado en el mismo período.El año de mayor préstamo a España fue 1976, cuando se alcanzaron más de 2.000 millones de dólares, incluyendo el importante crédito de mil millones al reino de España a mediados de año. El total de 1977, también por encima de los 2.000 millones de dólares, resultó, sin embargo, algo inferior al del año anterior. Y en 1978, casi quinientos millones de dólares se han negociado en este tipo de créditos, lo que supone un calendario muy pesado para apenas seis semanas.
Según el Banco de España, el total de la deuda extranjera contraída por este país es del orden de los 13.000 millones de dólares. La cifra se divide en un 50-50 entre los sectores público y privado. No obstante, estimaciones no oficiales, apoyadas por el señor Reddy, arrojan una deuda española de 14.000 millones de dólares. Ello supone que el coste del servicio total de la deuda extranjera durante 1977 ha sido aproximadamente de 3.250 millones de dólares, que representa un gran incremento sobre los 1.250 millones de dólares del año anterior.
Si España no incurriera en ninguna nueva deuda -afirmó el ponente-, las estimaciones indican que el coeficiente de la deuda respecto a su servicio -vencimiento durante el año- permanecería alrededor del 16% durante este año y hasta 1981, cuando descendería a aproximadamente un 10%.
Perspectiva sobre la banca española
Seguidamente, Rafael Termes, presidente de la Asociación Española de Banca Privada, expuso una perspectiva sobre la banca española. Dijo que el exceso de, intervencionismo estatal y las estructuras rígidas que han caracterizado hasta ahora al sector han favorecido situaciones de irracionalidad en el concierto económico. Entre los datos barajados por el señor Termes en su intervención figuran los siguientes:- Los 108 bancos españoles tienen recursos propios por valor de 470.000 millones de pesetas y recursos ajenos de 4,9 billones.
- En 1977 los recursos bancarios aumentaron en una tasa media del 23%.
- Los siete primeros bancos absorben casi el 60% de negocio bancario.
- El 75 % del crédito bancario al sector privado se dirige a la pequeña y mediana empresa.
- En España existe una oficina bancaria por cada 3.600 habitantes.
El señor Termes pasó a continuación a analizar la previsible evolución de la rentabilidad del negocio bancario en España y dijo que teniendo en cuenta el impacto que sobre los resultados está ya produciendo el proceso de liberalización de los tipos de interés y el desarrollo de la competencia y a la luz de las dificultades coyunturales derivadas de la crisis que atraviesa la economía española, la repercusión en los resultados de la banca puede llegar a ser de una cierta consideración. Sin embargo, recalcó, y de acuerdo con la información disponible, las perspectivas de rentabilidad neta final del sector bancario pueden considerarse similares a las de otros países. Hizo especial hincapié en la necesidad de una mayor transparencia en el sector bancario para poder conocer con exactitud la marcha del sector.
Al analizar los previsibles cambios de los mecanismos de control del sistema bancario el señor Termes dijo que las perspectivas para la banca privada española son las de un negocio que tendrá que moverse con un grado de competencia mucho mayor que la que hasta ahora ha afrontado. A consecuencia de esta competencia, el margen financiero de explotación tenderá a estrecharse y obligará a la banca a ser más imaginativa en la prestación de servicios remunerables que puedan compensar este estrechamiento y a intensificar la productividad operativa para disminuir la parte absorbida del margen.
España en la banca internacional
Jaime Carvajal y Urquijo, consejero director general del Banco Urquijo, abordó el papel de España en los mercados internacionales. Señaló que para 1978 se espera una disminución del ritmo de aumento de la deuda exterior (crecerá tan sólo entre mil y 1.500 millones de dólares) como consecuencia de la espectacular mejora de la tendencia de la balanza de pagos. Dijo que durante este año continuarán los esfuerzos realizados para penetrar en nuevos mercados de capitales como el japonés, árabe y americano.Sobre las actividades internacionales de la banca española, el señor Carvajal apuntó que a finales de 1977 los pasivos en moneda extranjera de la banca española eran de 9.000 millones de dólares y sus créditos de 4.000 millones.
Con respecto a la expansión internacional de la banca española, puso de manifiesto que alrededor del 20% de los beneficios de los principales bancos proceden de su actividad internacional y al mismo tiempo han podido ayudar a su clientela a penetrar en nuevos mercados y a obtener importantes recursos financieros en el exterior.
La industria vista por Antoñanzas
El presidente de SEAT, Juan Miguel Antoñanzas, expuso la situación de la industria española y analizó las perspectivas de ésta a medio y largo plazo. El señor Antoñanzas apuntó que las modificaciones de algunos importantes parámetros básicos, han dejado desfasados en buena medida a los sistemas económicos anteriores. De ahí, la dilatada duración de la crisis actual, que sobrepasa claramente los plazos, hasta ahora conocidos, para las bajas coyunturales del ciclo económico y cuya única interpretación plausible es la crisis con fondo estructural. «En consecuencia, la actividad inversora en el futuro, llave de la ansiada recuperación económica, tiene que venir de la mano de un necesario cambio tecnológico, en parte a través de innovaciones ya disponibles, perá también fomentando la investigación para solventar problemas aún no resueltos.» El presidente de SEAT dijo que en tanto se producen los necesarios cambios tecnológicos, los precedentes internacionales indican que una moderada recuperación va a comenzar por los bienes de consumo. En veintiséis años cifró el señor Antoñanzas la distancia que separa a España de Estados Unidos, y en cinco de Italia en cuanto a niveles de desarrollo. Es necesaria una visión aproximada y una política coherente de reestructuración industrial en los próximos años -añadió- para preparar la integración de España en la Comunidad Económica Europea en igualdad de condiciones con los países que componen actualmente el citado organismo. Para ello es imprescindible una clarificación de los objetivos a corto plazo.
Otras intervenciones
Tras la ponencia del director técnico de la empresa Imperial Chemical Industries Ltd, sobre la industria extranjera y España, la situación económica española fue analizada por tres representantes de los partidos políticos: Miguel Boyer, del PSOE; Ramón Tamames, del PCE, y Ramón Trías Fargas, del Pacto Democrático de Cataluña.El primero de ellos abordó el tema del futuro de España tanto desde el punto de vista político como económico y apuntó las líneas de actuación económicas que llevaría a cabo el PSOE. El señor Trías Fargas habló sobre la dimensión regional en la vida económica española; mientras que Ramón Tamames trató igualmente el tema del fúturo de España y expresó el punto de vista de su partido al respecto.
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