Roban tres mil ampollas de morfina en unos laboratorios

Asaltan a un mendigo para robarle

Cerca de 3.000 ampollas de morfina de uno y tres gramos. y una cantidad desconocida de otra sustancia derivada del opio fueron sustraídas de unos laboratorios, farmacéuticos, al parecer. durante la semana pasada. En el robo podrían haber intervenido seis jóvenes, tres de los cuales ya pueden estar a disposición del juez.Según una información recogida por Diario 16, la sustracción del alijo, uno de los mayores obtenidos por robo en los últimos años, se produjo en los laboratorios de Nuevo Centro. Seis jóvenes, de los que la Brigada Central de Estupefacientes detuvo el lunes a tres, pudieron realizar la sustracción mediante el sistema del escalo.

Dos de estos detenidos, Alfredo García Rubio y Miguel Lagares Raposo, según el citado diario, se encuentran en la actualidad en libertad provisional, en tanto Ángel López López habría ingresado en la prisión de Carabanchel.

De las 3.000 ampollas, la Brigada Central de Estupefacientes, al parecer, recuperó más de la tercera parte.

Ayer por la tarde. el señor Mato Iteboredo, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, manifestó a EL PAÍS que prefería no hacer ningún comentario sobre el tema, ya que el servicio aún no había acabado.

El alijo de morfina sustraído cuesta en el mercado negro varios millones de pesetas. ya que la morfina en dicho mercado puede alcanzar precios Incalculables, a pesar de que en la venta legal diez ampollas de un centímetro cúbico únicamente cuestan treinta pesetas.

Dos jóvenes, que lograron huir, asaltaron a un hombre sin domicilio ni trabajo conocido cuando éste caminaba por la calle Argensola, durante la madrugada de ayer. El hecho fue observado por un vecino de la calle que, al ver cómo los dos jóvenes golpeaban a V. M. C., de 69 años, llamó a la policía.Trasladado a la casa de socorro, la víctima fue atendida de lesiones leves. Según manifestó, los jóvenes le habían arrebatado 1.500 pesetas que llevaba.

Otro atraco fue realizado sobre las diez y cuarto de la noche del viernes, cuando tres personas, encapuchadas y armadas con una escopeta de cañones recortados, un revólver y un cuchillo, intimidaron a Angel Mozos, propietario de un cocedero de mariscos, sito en la calle de Saisipuedes, 1, y a dos de sus empleados. Antes de huir con un botín de 60.000 pesetas, golpearon violentamente al señor Mozos, que les hizo frente, causándole lesiones de pronóstico reservado.