Disidentes comunistas de Granada, contra Carrillo
«Santiago Carrillo y los demás miembros de la dirección se han escindido clandestinamente del PCE, usurpando sus siglas y su bandera para una nueva asociación política de contenido, ideología y objetivos radicalmente distintos», han declarado en Granada, en el curso de una rueda de prensa celebrada ayer en el Club Larra, un grupo de trece militantes comunistas actualmente marginados por la dirección provincial del partido, pero que, en etapas anteriores, han ocupado distintos cargos de responsabilidad en el mismo a nivel local, comarcal o provincial.La rueda de prensa fue convocada con objeto de denunciar la «maniobra de liquidación del PCE como partido revolucionario que se pretende consumar con la celebración del noveno congreso en el mes de abril» y durante la misma se habló de la existencia de una profunda crisis actual en el PCE y de la necesidad de iniciar un proceso de reunificación de los comunistas españoles, de cuya dispersión -mayor que en cualquier otro país europeo- se hizo responsable a la «política entreguista que Carrillo y demás miembros de la dirección vienen ejerciendo desde 1956».
Respondiendo a la pregunta de por qué continuaban en el PCE si no están de acuerdo con su política, el profesor Aron Cohen afirmó, en nombre de sus compañeros y diciendo representar el sentimiento de otros muchos comunistas granadinos, que «en realidad, existen ahora dos partidos con las mismas siglas, uno basado en la ideología del marxismo-leninismo y otro que responde a la asociación política, legalizada, a la que Carrillo y los suyos tratan de camuflar bajo el nombre de Partido Comunista».
Los asistentes a la rueda de prensa, que no aceptaron el calificativo de disidentes («nosotros no disentimos del PCE, sino quienes han renegado y cambiado sus estatutos»), piensan, sin embargo, participar en el próximo congreso («aunque estamos seguros que no nos dejarán») con objeto de denunciar «ante los camaradas la maniobra de destrucción de nuestro glorioso partido e impedir que ningún militante honesto sea engañado».
