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Un joven, grave por los disparos de un guardia civil

Miguel Campos López, de veinte años, ingresó ayer en estado grave en la residencia sanitaria La Paz con una herida de bala en el vientre, producida minutos antes, en el transcurso de una discusión, en el Drugstore de la calle de Fuencarral, entre él y tres amigos y cuatro guardias civiles de paisano que se habían ausentado sin permiso del acuartelamiento.Los tres acompañantes del herido manifestaron ayer a EL PAIS que la discusión no había degenerado en pelea, como se había informado, ni ellos atacaron con botellas a los cuatro miembros de la Guardia Civil, ya que al parecer sí manifestaron pertenecer al Cuerpo, como habían informado fuentes policiales.

Una nota del gabinete de prensa de la Dirección General de la Guardia Civil, que fue hecha pública a últimas horas de ayer, informaba que el teniente general director de la Guardia Civil, a propuesta del general jefe de la primera zona de dicho cuerpo, había decretado la expulsión del cuerpo, a partir de ayer, de los guardias de la III Comandancia Juan Parra Buiza, presunto autor de los disparos, Pablo Menéndez Carrillo, José Conde Fernández y José Díaz Roibas, «debido a su conducta irresponsable e indigna de guardias civiles», en el transcurso de los incidentes registrados en el citado establecimiento de la calle de Fuencarral.

Los guardias civiles, al parecer, se habían ausentado sin el permiso de sus superiores y se encontraban en el local vestidos de paisano y sin prestar ningún servicio. La nota de la Guardia Civil dice, asimismo, que los cuatro guardias civiles «se alejaron del lugar sin hacer frente a la responsabilidad en que incurrían ni auxiliar al herido».

Según parece, tras la discusión, y ya en la calle, según los tres compañeros del joven, los cuatro guardias civiles sacaron sus pistolas, dos de debajo del brazo y otros dos de los calcetines y uno de ellos efectuó dos disparos, uno de los cuales alcanzó a Miguel Campos en el vientre. Antes de esto, y según declararon los tres testigos, habían requerido la presencia del vigilante del establecimiento, donde se inició la discusión, sin que éste, al parecer, hiciera caso a su llamada.

La nota de la Guardia Civil termina con la información de que los mencionados guardias, que no informaron en ningún momento de los hechos a sus superiores, no tenían consolidados sus empleos por no llevar el tiempo suficiente en el cuerpo, motivo por el que se ha decidido su inmediata expulsión, «sin perjuicio de la responsabilidad en que puedan incurrir los expulsados frente a las autoridades judiciales competentes».

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