Los nuevos dirigentes del PS de Aragón, partidarios moderados de la unidad socialista
El oscense Santiago Marraco es el nuevo secretario general del Partido Socialista de Aragón (PSA), elegido durante el congreso celebrado por este partido en Zaragoza durante el fin de semana pasado. El señor Marraco venía encabezando hasta el momento una de las facciones más importantes y coherentes del PSA, y se distingue además por ser el militante más destacado de este partido en Huesca.El congreso ha decidido asimismo crear el cargo de presidente del partido, al objeto de poder adjudicárselo al que hasta ahora venia significándose como líder del mismo, el diputado Emilio Gastón. El señor Gastón obtuvo la victoria en las pasadas elecciones legislativas al acudir a ellas en una lista formada, de manera conjunta, por el PSA y el PSP.
También en este congreso del PSA la mayoría de los asistentes ha aprobado la redacción de un manifiesto programático sobre el tema de la unidad socialista en Aragón, una de las regiones español as donde el actual proceso de integración está sometido a mayor número de críticas. Para las negociaciones de cara a la unidad socialista, el PSA eligió en su congreso a un comité ad hoc, compuesto por miembros de su nueva junta directiva y por otros militantes afines a ella.
En la renovación de cargos habida en el PSA durante este fin de semana ha resultado triunfante la candidatura compuesta por quienes expresan su deseo de favorecer el proceso de unidad socialista en Aragón, pero sin que ese proceso haya de desembocar forzosamente en una simple integración en el PSOE.
Con este congreso, el PSA ha pretendido crear la plataforma negociadora necesaria para entrar en ese proceso unitario de los socialistas, mejorar su imagen pública y, sobre todo, zanjar una larga crisis que venía enfrentando entre sí al menos dos facciones en el seno del partido, crisis que, además, venía enrareciendo peligrosamente el ambiente de los socialistas aragoneses.
Fruto de esa crisis que hoy parece entrar en una fase de superación fue la retirada del seno del PSA de destacados militantes (más de sesenta) pertenecientes a la facción partidaria de la integración socialista como meta final del partido. La mayoría de estos ex militantes del PSA han pasado a engrosar las filas del PSOE.
