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El Instituto Nacional de la Vivienda pide ayuda al Ayuntamiento

«El Instituto Nacional de la Vivienda no puede afrontar solo todos los problemas que existen en Madrid. Hemos pedido al Ayuntamiento que realice un inventario para establecer prioridades y a partir de ahí intentar alguna forma de colaboración para abordar los problemas de vivienda, tal y como hemos hecho en otros municipios.» Manuel Díaz, director general de la Vivienda, anunció ayer en rueda de prensa alguno de los proyectos que tiene el INV para sanear el déficit de viviendas en Madrid.La rueda informativa había sido convocada por el señor Díaz para explicar en qué situación se encontraban las viviendas sociales. Se refirió previamente a que a raíz del decreto promulgado en agosto de 1977 el programa de viviendas sociales se había activado notablemente y que éste se tenía que desarrollar ahora bajo el marco de los acuerdos de la Moncloa. A raíz de estos acuerdos -explicó- los ministros de Economía, Obras Públicas, Hacienda y Justicia han elaborado un documento en el que se recogen las bases para una política de vivienda y en el que se establece el principio básico de apoyo al adquirente, la intensificación de la cesión de viviendas del INV en alquiler y fomentar los mercados financieros, todo ello bajo la tutela del Banco Hipotecario.

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Pese a que no facilitó datos sobre las viviendas sociales que se proyectan construir para este año, aseguró que las demandas habían aumentado notablemente y que los proyectos de construcción sufrían un aumento proporcional a la demanda. Tras señalar que se estaban construyendo 110.000 viviendas sociales en toda España, aseguró que las 3.000 programadas para Madrid se estaban construyendo en los plazos previstos.

Viviendas sociales para obreros cualificados

Pese a las numerosas remodelaciones proyectadas para barrios madrileños, en ninguna ha sido aceptado por los vecinos el hecho de que las nuevas viviendas sean calificadas de sociales debido a que el coste de éstas -un mínimo de 12.000 pesetas por mes- es difícil de afrontar por las familias afectadas. Sobre este punto el señor Díaz manifestó que la vivienda social estaba destinada a las familias que tengan unos ingresos mensuales mínimos de 50.000 pesetas, cantidad que alcanzaba cualquier obrero cualificado, pero que reconocía que el chabolismo no sería erradicado por medio de la vivienda social.

Otro de los puntos abordados fue la ocupación de viviendas, tema ante el que el director general insistió en que no se iba a producir una legalización en masa de las ocupaciones realizadas hasta ahora, pero que se formarían comisiones mixtas en todos los barrios afectados para estudiar, caso por caso, cada ocupación. Finalmente informó de que con el pase al INV del patrimonio de la Obra Sindical del Hogar estarían en mejores condiciones de conseguir un censo de todas las viviendas que se encuentran deshabitadas.

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