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El Atlético sólo cumplió en la primera parte

Marcar tres goles fuera de casa tampoco le permitieron al Atlético de Madrid vencer. Su derrota no puede calificarse como injusta pues tras un primer tiempo muy aceptable, en el segundo no supo dar contestación adecuada a los ataques del Betis. Este equipo planteó el encuentro con una táctica eminentemente ofensiva y tuvo más fe en la victoria que su rival de turno.Sorprendió el buen primer tiempo del Atlético con un contraataque rápido y fácil, favorecido también por el mal momento que atraviesa la defensa bética. Los rojiblancos tuvieron el acierto de saber coger a contrapié a la defensa contraria cuando los laterales fueron más delanteros que defensas. El Atlético mostró al menos una capacidad de respuesta y una lucidez para enviar los balones al hueco, de las que ha adolecido generalmente en sus desplazamientos ligueros. Rubén Cano fue hombre decisivo en los contraataques de su equipo e incluso tuvo en el último minuto del primer tiempo la oportunidad de adelantar a su equipo, pero su disparo resultó excesivamente cruzado. Este jugador, además de marcar un gol y proporcionar otro, en sus carreras por la banda, puso a los cinco minutos de juego el balón en los pies de Leal con la posibilidad del 0-2 en el marcador.

Los tres goles del Atlético en 45 minutos resultaron insuficientes, porque el Betis también los buscó con un furioso ataque y porque los centrocampistas madrileños apenas marcaron y nunca de cerca. Sus pares jugaron a placer, especialmente Cardeñosa que distribuyó abundante y buen juego, lo que permitió al equipo. verdiblanco dominar el balón hasta en esa zona donde es más difícil, el área. Sus tres goles nacieron en esa parcela, a donde llegaron los jugadores con el balón perfectamente controlado. El Betis demostró una gran alegría ofensiva, que si bien debilitó su defensa, aumentó el potencial de ataque con Benítez y Gordillo lanzados por los extremos, lo que provocó que el Atlético tuviera que jugar prácticamente sin hombre libre al tener siempre que salir un jugador madrileño a interceptar la jugada de los hombres que llegaban desde atrás.

Toda la espectacularidad del primer tiempo se difuminó en la segunda y ya sólo jugó el Betis en el campo. El contraataque atlético desapareció por completo con la pérdida de inteligencia de los cerebros madrileños que intentaron, sólo posicionalmente, marcar a sus pares. Rubén Cano se quedó sin juego, tampoco lo buscó como anteriormente, y el Atlético pasó a estar dominado a conciencia por un Betis que siguió controlando el balón a placer. Cardeñosa por dos veces, en una dio al balón en el larguero ante el estático Reina, y García Soriano protagonizaron las ocasiones más claras de marcar antes de que llegara el definitivo tanto de Hugo Cabezas.

Por toda contestación, el Atlético replicó en la segunda parte con un sólo disparo a puerta, ejecutado por Pereira,que salió alto. Querer ganar un partido intentando el tiro en una ocasión es más bien utópico. El Atlético de la segunda parte fue el Atlético de esta Liga. No supo mantener el ritmo y ni siquiera se acercó a la meta de Deusto. Marcar tres goles es a veces más que suficiente para ganar; el jugar un tiempo sí y otro no, eso ya suele ser condenarse a la derrota, sobre todo ante conjuntos que anteponen la fuerza y la ilusión a la técnica.

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