Posible acuerdo para condenar la violencia en Euskadi
Los dos partidos (PSOE y PCE) que convocaron el pasado lunes la cumbre política vasca para tratar sobre el tema de la violencia en Euskadi, parecen dispuestos, con vistas a la nueva reunión de mañana, a introducir en su borrador las modificaciones exigidas por la izquierda extraparlamentaria, que se niega a suscribir un documento en el que se condene la lucha armada de ETA si no se alude al mismo tiempo a la violencia institucional y a la necesidad del autogobiemo para la pacificación del País Vasco.En la reunión de mañana se da por segura la inasistencia de los cuatro partidos abertzales encuadrados en la mesa de AIsasua, mientras que los restantes partidos de izquierda han hecho público también su propósito de abstenerse si no se incluyen los dos temas citados. Ante esta cadena de declaraciones, el PSOE realizaba ayer diversas gestiones para que asistan, al menos a la reunión, con la garantía de que se tratarían también la violencia institucional y el autogobierno.
La posición más delicada corresponde en estos momentos a UCD, cuyo representante se negó a equiparar las dos formas de violencia y exigió el aislamiento de quienes no condenasen explícitamente la lucha de ETA. UCD ha elaborado también su propio documento, en el que se ha obviado cualquier referencia concreta para llegar a una condena objetiva de la violencia. «Lo único que queremos -ha manifestado un representante de UCD- es llegar al acuerdo mínimo de lograr la paz para el pueblo vasco.»
El secretario general del PC de Euskadi, Roberto Lertxundi, declaraba por su parte ayer en una rueda de prensa que la iniciativa emprendida por su partido y el PSOE no pretende «ir contra ETA, sino conseguir que la vida política vasca transcurra por cauces civiles». «Y al hablar de violencia -añadió- incluyo todos los instrumentos bélicos, desde la porra oficial hasta la goma-2 extraoficial. »
El señor Lertxundi dijo que considera positivo el hecho de que la propia ETA haya propuesto ya una plataforma política y que el PNV haya publicado su propio documento sobre el tema. Con todo esto se trata de acabar con la política condenatoria de orden moral, para dar comienzo a una campaña de largo alcance que termine por erradicar los métodos violentos de la política vasca.
En este orden de cosas, Roberto Lertxundi manifestó que la solución no está en el aniquilamiento policial de ETA, sino en la recuperación de sus miembros para la democracia.
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