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Por segunda semana en lo que va de año, el saldo de la tanda es ligeramente positivo, sencillamente porque nada ha cambiado respecto a la anterior.Repeticiones abundantes, negocio cortísimo al no haber órdenes ni compradoras ni vendedoras, son las notas que caracterizan la semana. Ello a pesar de ciertas noticias en el ámbito bancario (por ejemplo la marejada Cantábrico-Santander) y también en el político (enmiendas rompiendo el consenso sobre la Constitución), lo que viene a evidenciar la gran atonía imperante.

Como hemos dicho más de una vez, no hay Bolsa y sólo operan mínimamente los profesionales, para justificar un poco su presencia en el parquet. Estamos en el fondo de la gran baja, y hasta que haya una recuperación seria de nuestra economía, vamos a vivir una etapa correosa, sin prácticamente atractivo alguno, pese a que hay cierto dinero -muy temeroso, eso sí- esperando entrar a los niveles actuales que es cuando los precios están baratos, como en las rebajas del comercio. Pero, siguiendo con el símil, la gente no quiere ni las gangas, que ya empiezan a haberlas si valoramos según libros.

Analizando el comportamiento sectorial, destaca la firmeza del grupo eléctrico, cuyo índice parcial recupera en cuatro sesiones 1,87 puntos. Cantábrico, Hidrola y Unión son los adelantados de esta reacción. Al extremo contrario, Siderúrgicas y Químicas experimentan los mayores retrocesos sectoriales con algunos títulos punteros al frente (Petróleos, Olarra, etcétera).