Dos mil agentes de la policía los barrios madrileños
Un gran temor ante robos, violaciones, tirones de bolsos y ladrones que asaltan a sus víctimas, en sus propias casas, está recorriendo los barrios madrileños desde hace unas semanas. Este sentimiento, que ha promovido una exigencia de mayor protección policial y un aumento en la compra de cerrojos y cadenas de puerta, agotados ya en algunas tiendas, parece que se ha desatado, sin una base real, ya que el índice delictivo de las últimas semanas es similar a fechas anteriores debido a las masivas redadas y controles nocturnos de la policía. Sin embargo, ni la policía de barrio, que con unos cuatrocientos hombres patrulla los barrios madrileños desde el pasado martes, ni las diferentes notas de la Jefatura Superior de Policía han logrado hacer decrecer el temor existente.
A raíz de que el diario El Alcázar publicara una noticia, desmentida después por la policía, sobre la violación de treinta jóvenes sólo en el barrio de Salamanca, el tema ha tomado un cariz alarmante. Un mismo caso, el de una joven de unos veintitrés años, según unos vecinos, veinticinco, según otros, sufrió a finales de la semana pasada la agresión de tres jóvenes que tras violarla en su propio piso, en donde se encontraba sola, fue quemada con la plancha que estaba usando antes del asalto. Según las versiones obtenidas el hecho fue cometido en el parque de Santa Eugenia, y la joven murió como consecuencia de las heridas. Sin embargo, una investigación policial sobre el hecho y la circunstancia en que este mismo caso con ligeras diferencias se haya producido, en la misma semana, en la calle Encomienda de Palacios (Moratalaz), Pedro Laborde (Vallecas) y en la zona de Aluche demuestra que alguien o sólo el rumor popular intenta aumentar un temor siempre latente.Ni en las comisarías madrileñas se tiene noticia de nada parecido ni el Instituto Anatómico ha recibido un caso así ni como es poco probable el mismo caso, en el que la particularidad es que la joven fallecida estaba embarazada de dos o tres meses, se puede dar en cuatro sitios a la vez.
«Prevenimos a los distintos medios de comunicación contra llamadas anónimas, rumores, etcétera, acerca de violaciones, asesinatos y todo tipo de aberraciones. Hasta la fecha todos ellos carecen del menor fundamento.» La nota, enviada por el gabinete de prensa de la Jefatura Superior de Policía, es la tercera que se envía en pocos días para desmentir la existencia de un violador especializado en el barrio de Salamanca, así como para aclarar que los 45 asaltos que como máximo pudieron sufrir los taxistas en los últimos diez meses estaban aclarados.
Cuatrocientos policías más
A partir del pasado martes dos escuadrones de la Policía Armada y una. sección motorizada -más de 350 hombres- incrementaron la vigilancia en numerosos barrios de la capital, así como en las zonas abiertas de Retiro, Casa de Campo y otras. La medida está encaminada a paliar el incremento de asaltos sufridos, en especial durante estas últimas semanas, en garajes y farmacias; tirones de bolsos cuyo número ha alcanzado una cifra espectacular en zonas como las de Peñagrande, Saconia o El Pilar; robo de automóviles cuya media se acerca a los cincuenta diarios y otros delitos aparte de los servicios humanitarios que normalmente presta el 091; en resumen, y según manifestó ayer el jefe superior de Policía, «para que el ciudadano se sienta tranquilo». Sin embargo, la medida de sacar a las calles mayor número de policías, no es considerada como muy beneficiosa en medios policiales, ya que no obedece a un incremento de la delincuencia sino a una serie de hechos que no se denuncian, «suponiendo que sean verdad», dicen las mismas fuentes. Junto a los quinientos policías que patrullan en cada media jornada, los controles nocturnos detienen, cada noche, una media de quince personas por diferentes delitos.
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