Encerrados con un solo juguete.
Los señores parlamentarios se han encerrado a jugar con el juguete. Anoche, un representante del PSOE y otro de la UCD debatieron durante largos minutos sus teorías ni más ni me nos que sobre la objetividad in formativa; o sea, y hablando de una televisión de Estado, sobre el sexo de los ángeles. Los señores diputados podían emplear el tiempo que pierden en pelearse en redactar las bases de un estatuto jurídico para la televisión y la radio en España. Por el camino en el que se inician, amenazan, sin embargo, con la peor de las soluciones: conducir a la Televisión, manipulada y censurada ahora por el partido del Gobierno a ser manipulada y censurada luego por todos los partidos a la vez. Una televisión de Estado debe ser autónoma en lo profesional y responsable en lo político sólo ante el Parlamento. Debe sustraerse a las conspiraciones electorales, y por eso es tan inmoral que la derecha la ocupe como una finca -caso del Gobierno Suárez- como que la izquierda la pre tenda tomar como el Palacio de Invierno, amenazando incluso con la fuerza de las centrales sindicales allí representadas Las centrales sindicales están ahí para defender los derechos de los trabajadores. La objetividad informativa es un tema de los profesionales del medio, mal que les pese a los consejeros-rectores. No es la presencia de todos los partidos en Televisión lo que se está necesitando, sino la de ninguno. Y hay mu chos modelos de televisión de Estado en países democráticos para inspirarse en ellos, si es necesario. Pero los señores diputados han descubierto el brillo del juguete y amenazan con quitarle la silla a Lazarov para seguir mareando al sufrido telespectador.
