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Peligro de fracaso en las conversaciones egipcio-israelíes

«Egipto, os ofrece todo: paz, seguridad, fronteras abiertas. E Israel ¿qué ofrece? Se limita a comerciar un trozo de tierra aquí, otro allá». Este amargo reproche del presidente egipcio Anuar el Sadat en sus declaraciones al Jerusalén Post toca el fondo del problema que continúa envenenando las conversaciones egipcio-israelíes y que amenaza, incluso, con hacerlas fracasar: el problema de las colonias judías que Israel quiere mantener como enclaves civiles, bajo soberanía egipcia, una vez concluida la retirada de las tropas israelíes en el Sinaí.

Frente a la tesis israelí de que esta cuestión supone un problema de seguridad para el Estado hebreo, Sadat replica: «No se trata de un problema de seguridad. Israel quiere conservar una parte de nuestras tierras». En la entrevista Sadat ha llegado a decir que está dispuesto a aceptar el plan de autonomía propuesto por el primer ministro israelí, Menahem Begin, para los palestinos de Gaza y Cisjordania, a condición de que éste sea temporal y durante un período de transición, finalizado el cual, la población palestina escogerá, mediante referéndum, su futuro nacional y político. Una vez realizada esta autodeterminación, las tropas de Israel deberán abandonar Cisjordania y Gaza, según Sadat.El argumento «seguridad», con el que Israel justifica el mantenimiento de aldeas y ciudades judías establecidas a partir de la guerra de 1967 en los territorios ocupados, no resulta hoy en día muy convincente. En 1948-49, cuando fue creado el Estado de Israel, cada kibbutz era utilizado como un bastión, una fortificación capaz de autodefenderse, con el armamento que entonces se utilizaba, e incluso, de frenar e inmovilizar el avance de las unidades árabes.

Veinticinco años después la situación no es la misma. Durante la guerra de octubre de 1973, los kibbutzin instalados en las alturas del Golán tuvieron que ser evacuados precipitadamente, para salvarles de los bombardeos de la aviación y para que no fuesen un obstáculo en los combates entre las unidades blindadas de Israel y Siria.

Este argumento, en el fondo, es reconocido por el propio Israel que ha pedido autorización a Egipto para poder conservar contingentes militares regulares para proteger a las colonias judías en el Sinaí que pasarán a estar bajo soberanía egipcia.

Postura de Jordania

«La intransigencia de Israel ha cerrado las puertas a la paz», ha declarado el rey Hussein a una delegación de parlamentarios norteamericanos que actualmente efectúa una visita oficial a Jordania.El soberano jordano, expresando su «profunda inquietud» ante la situación en Oriente Próximo, afirmó que Israel «no había hecho prueba de buena voluntad, en respuesta a la iniciativa del presidente Sadat». «Creando nuevas colonias no se actúa en favor de la paz», añadió Hussein.

«La posición de nuestro Gobierno es, y siempre ha sido, que los asentamientos israelíes en territorios árabes ocupados son ilegales y contravienen la convención de Ginebra», declaró el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, el jueves por la noche, en su primera conferencia de prensa tras su gira mundial.

El presidente norteamericano hizo un resumen de sus impresiones sobre la gira, abordando especialmente los temas de Oriente. Próximo, la crisis energética y la situación en el «cuerno, de Africa».

Carter aseguró que el papel que desempeñará Estados Unidos en la conferencia que, a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, se inicia el próximo lunes en Jerusalén será el de ofrecer sus buenos oficios y apoyar las negociaciones entre Israel y Egipto.

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