ElA modificará sus estatutos

El Comité Central de ElA (Partido para la Revolución Vasca) ha decidido modificar algunos términos de sus estatutos, con el objeto de facilitar su legalización, denegada con fecha 28 de octubre por el Ministerio del Interior, al considerar que se habían formulado términos atentatorios contra la unidad territorial del Estado.Según su propia declaración, EIA ha adoptado esta decisión porque de otro modo su labor se hubiera visto limitada a ser un partido testimonial de las limitaciones democráticas que impone el régimen actual, cuando en la realidad aspira a servir como instrumento válido para organizar al pueblo vasco y a la clase obrera en su lucha contra la explotación y la opresión nacional sin renunciar por ello a esa misión de testimonio.

ElA insiste en que este cambio no altera en absoluto la naturaleza abertzale y obrera del partido, ni tampoco sus objetivos, que «han sido formulados de un modo deliberadamente más ambiguo a fin de poder utilizar los medios de la democracia burguesa». Añaden, por último, que si han modificado la letra lo han hecho con la convicción de que de esa forma alcanzarán antes sus objetivos de una Euskadi independiente, socialista, reunificada y euskaldun.

Este punto de vista ha sido casi inmediatamente contestado por otro partido abertzale, HASI (Partido Socialista Popular Revolucionario), que hizo público ayer un comunicado en el que se denuncia la actitud del Ministerio del Interior por las órdenes dictada, para que se proceda contra Telesforo Monzón, por unas declaraciones en las que se venía a decir que «los vascos no somos españoles».

Aunque HASI no cita en ningún momento a ElA, hace hincapié en que no modificarán sus estatutos «puesto que de hacerlo acogiéndose a la promesa del Gobierno de tolerar en la práctica un programa independentista, incurriría en ilicitudes penales en cuanto a Martír Villa se le ocurriese, de la misma forma que Monzón ha sido procesado por decir que los vascos no somos españoles».

HASI declara que modificar sus estatutos en las circunstancias actuales no es otra cosa que caer en la trampa de UCD, para finalizar exigiendo que, se pongan en práctica todas las libertades democráticas incluidas la de que un ciudadano de Euskadi pueda defender una opción política independentista, asociarse para ello con otros que tengan sus mismas ideas al amparo de la ley.