Dificultades para la puesta en práctica de las preautonomías vasca y catalana

Cataluña y el País Vasco tienen graves dificultades para la puesta en práctica de los regímenes preautonómicos concedidos recientemente por el Gobierno. El Consell de la Generalitat reclamó ayer en su declaración programática le sean traspasados los mecanismos para corregir la crisis que vive Cataluña. Al mismo tiempo, PNV y PSOE afirmaban en Bilbao que están dispuestos a rechazar el régimen preautonómico si la UCD de Navarra continúa propugnando cláusulas no contenidas en el pacto de Madrid suscrito por los parlamentarios navarros el 30 de diciembre último.

Los dos partidos mayoritarios vascos en su reunión de ayer trataron de llegar a un acuerdo sobre la composición del Consejo General, órgano central de la preautonomía vasca, sin alcanzar su objetivo. La polémica sobre este punto se centra principalmente en quién tiene que ocupar la presencia de dicho Consejo. Los nacionalistas reclaman el cargo para Juan Ajuriaguerra, y los socialistas sostienen que debe ser Ramón Rubial quien lo ostente.No obstante, el régimen preautonómico podría ser tajantemente rechazado por PNV y PSOE. A juicio de ambos partidos, en el pacto de Madrid no se habló para nada de mayorías cualificadas para iniciar el proceso de incorporación de Navarra al Consejo General vasco; no se mencionó el carácter constitucional de la ley paccionada, ni dijo nadie que fuera preciso el reconocimiento en la Constitución del carácter específico de la actual autonomía navarra. Al término de la reunión de ayer en Bilbao ambos partidos decidieron demorar, los debates sobre la composición del Consejo General en tanto no se aclare la cuestión de Navarra.

Los partidos mayoritarios vascos fueron duramente criticados ayer por fuerzas extraparlamentarias componentes de la mesa de Alsasua, quienes por medio de un comunicado pidieron a los parlamentarios vascos de Vizcaya, Guipúzcoa y Alava pospongan hasta la celebración de las elecciones municipales la creación del Consejo General para tres provincias «que dejaría de facto excluida a Navarra».

El papel que la autonomía puede desempeñar en Euskadi fue puesto de relieve ayer por el presidente del Gobierno vasco en el exilio, Jesús María de Leizaola. En unas declaraciones a Hoja del Lunes de Bilbao, el lendakari afirmaba que pacificar Euskadi no va a ser difícil con la autonomía en la mano, y añadía que «ETA quedará absorbida por el país y desaparecerá como desaparece un tumor que se cura espontáneamente ».

Mientras los parlamentarios vascos cuestionan la implantación del régimen preautonómico, el Gobierno catalán expresó ayer su impaciencia por la activación del traspaso de transferencias de la Administración central a la Generalitat. «Una lentitud en los traspasos de servicios -dice en su declaración programática- podría poner en peligro el consenso amplio y consistente que hoy existe para la consolidación dé la democracia y la autonomía política. » El Consell fijó también en su texto, como principal objetivo, conseguir un estatuto de autonomía que estructure el autogobierno de Cataluña.

A ello hay que añadir las declaraciones del senador Josep Benet, calificando a la actual Generalitat como una derrota para Cataluña, que han empezado a ser contestadas. El consejo general del Partit Socialista de Catalunya (Congrés), en cuyo órgano informativo se recogían las críticas a Tarradellas y a la Generalitat, criticó la publicación de la entrevista, que fue calificada por dirigentes del PSC-C de «inoportuna y desafortunada».

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