Álvarez de Miranda no es partidario de nuevas legislativas antes de dos años

El presidente del Congreso de Diputados, Femando Álvarez de Miranda, permaneció dos horas en Mallorca, la mayor parte de las cuales las dedicó a reunirse con los miembros de la ejecutiva de la UCD balear. En el aeropuerto mantuvo una rueda de prensa con los informadores locales, antes de regresar a Madrid y finalizar estos días de descanso en Ibiza y Mallorca, donde se ha entrevistado con los hombres de la UCD en el archipiélago para tratar con ellos sobre el régimen preautonómico para las Baleares y de la estrategia a nivel de partido ante las próximas elecciones municipales.«Pese a que nadie es insustituible, Adolfo Suárez con las actuales Cortes resulta difícilmente sustituible y es en estos momentos la única persona capaz de coordinar eficazmente a la UCD», dijo Álvarez de Miranda cuando se le preguntó sobre la alternativa de poder. «España en estos mo, mentos es un país que responde a una mayoría parlamentaria y el pacto de la Moncloa no ha supuesto ningún impedimiento para el normal desenvolvimiento de la actividad parlamentaria, el pacto es simplemente una declaración de intenciones que está empezando a cristalizar ya en proyectos de ley.»

El presidente del Congreso diría también que deben ser las propias Cortes quienes decidirán, una vez aprobada la Constitución, si se debe proceder a la disolución del Parlamento. «Se tiene que estabilizar primero la Constitución -afirmó- y esto influye en los estatutos; soy de la opinión de que la Constitución ha de tardar aún dos años en estar ultimada; en primavera posiblemente se celebre el referéndum, pero luego viene la cuestión de los estatutos de autonomía y para todo ello se necesitará tiempo.»

Otro tema surgido en la entrevista con el señor Alvaret de Miranda fue el de la aconfesionalidad del Estado y las reticencias del Episcopado español con respecto al texto constitucional. «Los obispos -dijo el presidente del Congreso- están en su perfecto derecho a opinar. La jerarquía algo tiene que decir; en algunos aspectos estoy de acuerdo con ellos y en otros no. Yo personalmente soy partidario de la: aconfesionalidad del Estado.»

El presidente del Congreso diría, finalmente, que si la UCD se consolidaba como partido y seguía una línea enmarcada en el humanismo cristiano, la Democracia Cristiana podría integrarse en el partido centrista de Suárez.