Un accidente de delineación en el Plan General puede favorecer la construcción de 499 viviendas
Recientemente, la Asociación de Vecinos de Aluche ha presentado ante el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo un recurso de alzada contra la aprobación otorgada por la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana (Coplaco) al denominado Plan Parcial de la Zona Norte de la Ciudad Parque Aluche. Sobre este recurso, que iba acompañado por cerca de cuatrocientas firmas de vecinos de la zona más próxima a los terrenos afectados por ese Plan Parcial, exponen sus ideas Emilio Díez-Carmona, presidente de la Asociación de Vecinos de Aluche, y Claudio Olalla, técnico asesor de esta entidad.
-¿Cuáles son los motivos que se aducen en este recurso de alzada contra el Plan Parcial?-Este Plan Parcial de la Zona Norte es uno de tantos que ha sido promovido directamente por los propietarios de los terrenos. Se trata de una cuña triangular situada entre la carretera de Extremadura y el antiguo arroyo del Arca, que corría detrás de la actual calle Seseña. Son los terrenos donde se encuentra la subestación eléctrica de Iberduero, empresa que, por cierto, pretende aprovechar este plan para edificar unos cuantos bloques junto a la subestación.
El Plan General del Area Metropolitana recoge como zona de edificación abierta la ocupada por la Ciudad Parque Aluche, dándole incluso nombre en el plano, y la rodea por una zona forestal. Aunque los límites se acercan mucho a la realidad, no recogen los pequeños detalles, como, por ejemplo, la línea tortuosa del arroyo del Arca, donde terminaba la zona edificable, que se sustituye por una curva continua.
No se puede pedir más exactitud a un plan que se extiende a toda el Area Metropolitana. Si se hubiera pretendido mayor exactitud no se habría dibujado el plan de calificación del suelo a escala 1 a 10.000, es decir, que cada milímetro del plano representa diez metros en su verdadera magnitud.
Un error de delineación
-¿En qué forma afecta a la zona esa posibilidad de malinterpretar el Plan General?-En el plano la curva se ha desplazado unos milímetros del arroyo, lo que supone unos cuarenta o cincuenta metros en la realidad. De los antecedentes, que detallamos en el recurso, se deduce claramente que se trata de un accidente de delineación, uno más de los muchos errores materiales del Plan General, 57 de los cuales fueron aceptados y denuncianos públicamente por el propio delegado del Gobierno en Coplaco durante el pasado mes de octubre.
Es en este error material en el que se basan los propietarios de esos terrenos para pretender edificar 499 viviendas en una franja lineal al arroyo. La Asociación de Vecinos de Aluche entiende que esa franja lineal no es sino parte de la zona forestal prevista y, en consecuencia, el Plan Parcial debe ser declarado nulo de pleno derecho.
-En la memoria del Plan Parcial se afirma que las 499 viviendas previstas no llegan a componer una unidad vecinal y que por esta razón no se han previsto reservas para guarderías, escuelas o iglesia, servicios estos que quedan suficientemente atendidos con las dotaciones que ya existen en la Ciudad Parque Aluche. ¿Serían capaces estos servicios de absorber adecuadamente las necesidades de las nuevas 499 familias?
-En absoluto. Es absolutamente falso que en Aluche existan ya los servicios urbanos necesarios para estas viviendas, puesto que en el barrio hay déficit generalizados en todo tipo de equipamientos colectivos, desde ambulatorios e instituto, que no existen, a guarderías estatales, que tampoco hay, pasando por los niños que este año han tenido que encontrar escuelas en los barrios próximos por falta de puestos escolares. Además, aunque los promotores del plan pensaron que existen servicios suficientes para las 25.000 viviendas actuales, ¿por qué suponen que deben ser extensibles a 499 viviendas más?
Además, la afirmación de la memoria del Plan Parcial está en total contradicción con el Plan General, que determina que la unidad vecinal es la mínima admisible para formular un plan parcial, precisamente, y según dice el Plan General, «para que puedan cubrirse las más elementales necesidades de servicios». Como el Tribunal Supremo acaba de sentenciar en el caso de Orcasitas que la memoria es tan vinculante como los restantes documentos de un plan, en nuestra opinión es evidente que este Plan Parcial debía haber sido automáticamente rechazado. No es admisible tomar del Plan General lo que interesa, en este caso el plano a escala 1-10.000, y olvidar el resto.
Fondo de saco de seiscientos metros
-En el recurso presentado por ustedes se denuncian varias otras irregularidades que son consideradas como infracciones al Plan Parcial.-Sí, también denunciamos el hecho de que, en nuestra opinión, el Plan Parcial ha incurrido en infracciones urbanísticas, que son consecuencias inevitable del intento de hacer pasar por edificable una estrecha banda de la zona forestal, forzando las previsiones del Plan General. Por ejemplo, el acceso a la zona pretendidamente edificable se hace a través de una calle de no más de ocho metros de anchura en fondo de saco, es decir, sin salida, que mide más de seiscientos metros de longitud, a pesar de que el Plan General prohibe fondos de saco de más de cien metros. Esta prohibición no es ningún capricho, sino una norma casi universal, pues en caso de incendio, los bomberos tendrían muchas dificultades para poder prestar auxilio a esas viviendas.
Uno de los objetivos de los promotores es claro: cuantas más viviendas, más beneficios, y, en consecuencia, en el Plan Parcial se alcanza una densidad de 160 viviendas por hectárea edificable. Sin embargo, el Plan General prohíbe más de cien, y la reforma de la ley del Suelo ha reducido a 75 la densidad máxima admisible.
-La situación que ahora se denuncia, de invasión de una zona verde, es una de las constantes que hoy se dan en Madrid y que acaparan la mayoría de las denuncias presentadas por los vecinos contra las urbanizadoras. ¿Hay precedentes de este tipo de actuaciones en Aluche?
-Sí, en nuestro barrio llueve sobre mojado. Gran parte de los problemas que hoy sufrimos provienen del Plan Parcial de Ordenación de la Ciudad Parque Aluche, que más bien debía haberse llamado de desordenación. Los promotores, también privados, del plan consiguieron densidades muy altas, de modo que el suelo destinado a equipamientos colectivos ha resultado totalmente insuficiente para las necesidades de los 100.000 habitantes actuales. Aunque parezca anecdótico, se aprovechó tanto el suelo disponible, que la Empresa Municipal de Transportes se niega a que pasen por el barrio nuevas líneas de autobuses porque las calles son demasiado estrechas.
El problema real en este momento no es edificar más viviendas, sino cómo conseguir los terrenos necesarios para los equipamientos que necesitamos los que ya vivimos en el barrio. Para ello habría que pensar en expropiar los solares que aún no se han edificado, con lo cual se castigaría de paso el comportamiento especulativo de los propietarios, que llevan catorce años esperando a que se revaloricen. En el caso de las zonas forestales que teóricamente rodean el barrio, y que no son otra cosa que barrizales, ya es hora de que sean también expropiadas y convertidas efectivamente en parques, con lo que se evitaría además a los propietarios la tentación de buscar excusas para edificarlo.
Colaborar o denunciar
Según Emilio Díaz Carmona y Claudio Olalla, este recurso presentado contra el Plan Parcial antes mencionado no debería haberse producido si la asociación de vecinos hubiera sido consultada antes de la aprobación del plan. «La labor de las asociaciones de vecinos no debe ser sólo de denuncia, sino de colaboración con la Administración, y precisamente, en este aspecto, podemos decir que hace poco se ha producido un ejemplo claro de descoordinación entre Administración y vecinos. Hace tiempo que el Ministerio de Obras Públicas arregló la estación de Metro de Aluche, y, al tiempo, el Ayuntamiento amplió las calzadas de circulación de la plaza.»«Para sorpresa nuestra, al acabar las obras pudimos ver que nadie se había acordado de los peatones, sobre todo, de los que debían entrar o salir del Metro. Para atajar el peligroso punto negro que se ha creado nos hemos visto obligados a pedir la construcción inmediata de un paso subterráneo para peatones, que hubiera costado la mitad si se hubiera construido cuando estaba levantada toda la plaza.
«Este ejemplo del Metro, añaden los -señores Díaz Carmona, y Olalla, junto con el problema que ha dado pie a nuestro recurso, es una muestra de la falta de participación efectiva con que nos encontramos. Creemos que los argumentos legales en que nos basamos para denunciar este caso son sólidos. Sin embargo, aunque últimamente la Administración habla de la necesidad de potenciar la participación ciudadana en el planeamiento urbano, es frecuente que estos interlocutores válidos sean los propietarios y no los vecinos, incluso muchas veces, como en este caso, son ellos mismos los promotores de los planes.»
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