Funcionanos de la antigua Brigada Social niegan que existiera la "Operación Bienvenida"

La mayor parte de los funcionarios de la Brigada Regional de Seguridad y Orden Público de la Dirección General de Seguridad (DGS), antigua Brigada Político Social, actualmente a las órdenes de Roberto Conesa, han firmado una nota en la que aseguran que la Operación Bienvenida no existió nunca y que los expedientes abiertos a dos funcionarios de la citada brigada, los señores Balladé y Egea, fueron por motivos particulares y de carácter común, sin implicación política alguna.

Mientras tanto, el abogado de los dos aludidos policías, José María Mohedano, se ha reiterado en lo publicado por EL PAÍS el pasado 20 de noviembre, según lo cual no sólo existió la citada operación, sino que él y sus defendidos tienen depositada en un lugar custodiado parte de la documentación de la citada operación y se reservan el ejercicio de las acciones que les corresponden contra las personas y autoridades responsables de los hechos.Los inspectores Roberto Balladé y Antonio Emilio Egea, que estuvieron destinados a las órdenes directas del que fue jefe superior de Policía de Madrid hasta septiembre de 1976, Federico Quintero, en calidad de servicio especial sufrieron un traslado forzoso por conveniencias de servicio (Balladé a Eibar y Egea a Vich) en julio de 1976, al tiempo que se les abrió un expediente, con propuesta de separación del servicio, por presuntos actos de protección de juego (punto y banca y bacarrá).

El expediente y el traslado de los inspectores coincidió con la negativa de éstos a participar en una denominada Operación Bienvenida, ordenada -según el abogado defensor de Balladé y Egea- por el teniente coronel Quintero. Desde hace unas semanas los dos inspectores han sido traladados nuevamente a Madrid, aunque se hallan en situación de expectativa de destino.

La nota de los funcionarios de la Brigada Regional de Seguridad y Orden Público -firmada, según Europa Press, por ochenta de los 110 funcionarios de la sección- parece salir al paso de una entrevista publicada en el último número de Interviu con un desconocido inspector sometido la expediente -entrevista que guarda gran similitud con una nota del Comité de Prensa de la Unión Nacional de Policías, organización clandestina de policías demócratas- en la que se dice que la Operación Bienvenida consistía en eliminar a un determinado grupo de políticos de la Oposición, entre ellos el profesor Tierno.

En su comunicación pública, los funcionarios de la aludida brigada repiten varias veces que la misma no ha realizado nunca operaciones ¡legales y que el expediente contra Balladé y Egea fue abierto por falta de probidad en el servicio.

El abogado José María Mohedano declaró a EL PAÍS que ni él ni sus dos defendidos facilitaron información alguna a Interviu, y que los señores Balladé y Egea están preparando una carta de réplica a la citada revista, acogiéndose a los derechos que garantiza la vigente ley de Prensa.

Aunque el abogado defensor, señor Mohedano, se ha negado a facilitar el contenido de la Operación Bienvenida ordenada por el teniente coronel Quintero, una fuente responsable ha señalado a EL PAÍS que dicha operación no se proponía realizar ningún delito de sangre, sino el control de las actuaciones y actividades de determinadas personas de la Oposición para el conocimiento de los servicios especiales de información de la Policía, del Ejército y de los Servicios de Documentación de la Presidencia del Gobierno, en la época en que ostentaba este cargo el señor Arias.

Los señores Balladé y Egea, que viven en Madrid en situación de muy difícil localización, han recibido varias amenazas de muerte, en el caso de que hablen de la operación, una de ellas con sello de la estafeta interior de correos de la DGS.