Aparece muerto el ex representante de los acreedores de Reace
En su despacho de la avenida de Buenos Aires, en Vigo, apareció muerto, el martes pasado, Luis Mañas Descalzo, representante de los acreedores de la empresa Reace mientras duró la administración judicial a raíz del descubrimiento del fraude de la empresa a la Comisaría de Abastecimientos y Transportes, en 1972.
Aunque en torno al tema todo son especulaciones, pues el caso se encuentra bajo el secreto del sumario que instruye el Juzgado número dos de Vigo, que ha ordenado que se practique la autopsia al cadáver, lo cierto es que esta muerte viene a sumarse a la larga lista de las ocurridas desde que se desveló el caso en tomo a Reace. Con la desaparición del señor Mañas se cierra otra posible fuente de información, tanto del período anterior al descubrimiento del fraude, pues era ya empleado de la empresa, como del posterior desarrollo de ésta bajo la administración judicial hasta que fue adjudicada, en 501.000 pesetas, al industrial catálán Francisco Faijes, relacionado con empresas del sector de transformación y comercialización de aceites.
Cadena de muertes
Como se recordará, poco después de descubrirse el fraude moría en Sevilla, junto con su mujer e hija, el señor Romero, que había denunciado la desaparición del aceite de los depósitos de la estación de descarga de la CAT, que administraba Reace en la zona de Guisard (Vigo). La versión oficial de esta muerte fue la de suicidio, previo asesinato de su familia, del señor Romero, pero las circunstancias que rodeaban la muerte colectiva dejaron abierto el camino a las sospechas sobre lo que realmente, ocurrió en aquel piso de Sevilla.Poco después fallecía en la prisión de Vigo Isidro Suárez Díaz-Moris, al parecer por una emanación de gas de la ducha de la prisión (a medianoche) y un golpe posterior producido en la caída. Tampoco la versión oficial satisfizo a la opinión pública, pero el caso se cerraba de esta forma.
Anteriormente se había especulado con la posible relación con Reace del asesinato del presidente de la Unión de Fabricantes de Conservas de Galicia, Antonio Alfajeme del Busto, aunque el proceso dejó sentado que se trataba de un crimen pasional. Pese a todo, las especulaciones sobre la relación que el señor Alfajeme podía tener con el turbio asunto de Reace continuaron, implicándose también con el asesinato de un taxista que, según se dijo entonces, hacía habituales viajes con el asesinado y otros conserveros, posibles compradores del aceite de la CAT despachado por Reace. Nada de ello llegó a probarse en el juicio.
La muerte más reciente de alguien relacionado con el asunto Reace, en este caso por causas completamente naturales, fue la de Nicolás Franco Bahamonde, cuyas relaciones con los inculpados en el proceso no pudo establecer fehacientemente el abogado, señor Gil, ante la negativa del magistrado a que el hermano del entonces jefe del Estado prestara declaración. El abogado estimaba que el señor Franco Bahamonde podía incurrir en una figura tipificada en la mayoría de los países occidentales como de tráfico de influencias y pretendía demostrar, con el testimonio de aquél, las relaciones financieras y políticas a través de operaciones como las que dieron lugar a la creación de Frigoríficos de Barcelona.
Con motivo de la muerte de Luis Mañas Descalzo, a los 53 años de edad, se ha recordado en Vigo la agresión que sufrió una mujer a la que le fue arrojado líquido corrosivo en la cara. Los agresores resultaron ser los hijos y la esposa del señor Mañas. Meses después se resolvía la crisis familiar y, poco más tarde, en septiembre pasado, fallecía la mujer agredida, víctima de un violento proceso bronquial.
Todo parecía satisfactoriamente resuelto para el señor Mañas, incluso la adjudicación de la subasta de Reace, ya que mantenía estrechas relaciones comerciales con el adjudicatario, señor Faijes, cuando, con su muerte, se desentierra otra vez el oscuro asunto de Reace.
En otro orden de cosas es de resaltar que sobre la adjudicación de Reace está pendiente una querella por presuntas irregularidades de uno de los licitadores.
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