Hoy, huelga nacional en Francia
En un clima de desconsuelo general, a causa de la crisis de la Unión de la Izquierda y de la precaria situación económica del país, los sindicatos de izquierdas han convocado, para hoy, una huelga nacional.Las razones de esta movilización contra la austeridad del plan Barre nadie espera que sean realmente - escuchadas por los responsables oficiales. ¿Influirá, esta «unión» de los sindicatos, en la desunión de los partidos de izquierda?
La CGT, central de tendencia comunista y la más potente del país, con más de dos millones de afiliados; la CFDT, socialista autogestionaria (la segunda en importancia), y la Federación Nacional de Enseñanza, también de izquierda, han: convocado esta huelga, que paralizará esencialmente los servicios públicos y, corno consecuencia, muchas empresas privadas afectadas por la falta de energía o de transporte para sus empleados. La radio y TV estatales emitirán programas mínimos, los periódicos diarios no aparecerán y, aunque no es previsible un cálculo previo, el funcionamiento general del país será perturbado ampliamente.
Este movimiento reivindicativo, como el que se registró hace seis meses, tiene por objeto manifestar el descontento de la clase obrera ante el plan de austeridad que puso en práctica el primer ministro Raymond Barre, en septiembre del año pasado, para intentar dominar la crisis económica; pero, como en mayo último, nada deja entrever una esperanza para las aspiraciones de los huelguistas.
Situación económica difícil
La situación económica gala continúa siendo difícil. La inflación se sitúa alrededor del 9,5%, el paro afecta a un millón largo de personas y la determinación del señor Barre, de no ceder, es de hierro. Indirectamente, la huelga tendrá un carácter político, porque es la primera de los sindicatos de izquierdas, y de envergadura nacional, que se produce tras la grave crisis de la Unión de la Izquierda.La proximidad de los comicios legislativos de marzo próximo subraya igualmente esta dimensión política de la reivindicación sindical. El Gobierno lo ha entendido así y, anoche, el presidente de la República en persona, Valery Giscard d'Estaing, apareció en la televisión para anunciarles a sus conciudadanos las mejoras salariales que se habían decidido por la mañana en el Consejo de Ministros: el salario mínimo subió a 10,05 francos la hora (en Francia, un tercio de los trabajadores cobran menos de 2.000 francos por mes, es decir, menos de 35.000 pesetas, cuyo poder adquisitivo equivaldría en España a unas 18.000 pesetas), los retiros de vejez aumentaron hasta treinta francos por día y el sueldo de los funcionarios subió el 2,5 %.
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