España ingresó ayer formalmente en el Consejo de Europa

España se convirtió ayer en el vigésimo país miembro del Consejo de Europa. En las primeras horas de la mañana, el ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, entregó los instrumentos de ratificación de los estatutos del Consejo y firmó la Convención de los Derechos del Hombre y de las Libertades Fundamentales (excepción hecha del anejo y de los protocolos segundo y cuarto). Posteriormente fue izada la bandera española a la entrada del Palacio de Europa y a los acordes del himno nacional español. Terminada la ceremonia protocolaria, Marcelino Oreja ocupó, por primera vez, la plaza reservada a España en el seno del comité de ministros del Consejo.

Con veintiocho años de retraso, España ingresó en el Consejo de Europa, organismo consultivo de cooperación y defensa de las libertades democráticas y derechos del hombre de la Europa occidental. Entró de la mano del Gobierno de Adolfo Suárez y con la firma de Marcelino Oreja, quien, en su primer discurso ante él comité ministerial, recordó «el apoyo caluroso e incondicional que todas las fuerzas políticas representantivas del pueblo español» dieron a esta iniciativa. El discurso, que forma ya, parte de los archivos del Consejo, recuerda el segundo aniversario de la coronación del rey Juan Carlos y dedica un amplio apartado a la declaración en favor de Europa, realizada por el Monarca español el 22 de noviembre de 1975, en el Mensaje de la Corona.

El discurso de Oreja, ambiguo y retórico a la hora de justificar los, Pirineos políticos que justificaban la ausencia española de la asamblea de Estrasburgo, no tuvo palabras para los hombres que, en favor de la democracia, recorrieron los pasillos de la vieja Casa de la Europa (hoy palacio), desde el contubernio de Munich hasta nuestros días, en pos de las libertades y derechos que ayer suscribió el ministro en el nombre del Estado español.

La ceremonia oficial, emotiva y con aplausos para España, contó con palabras de felicitación y aliento para la joven democracia española. Arnaldo Forlani, presidente en ejercicio del comité ministerial y jefe de la diplomacia italiana, afirmó que el ingreso de España «marca una etapa importante en el camino hacia una Europa unida». Kalin Ackermann, secretario general del Consejo, recordó las palabras de don Quijote -de «la libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos ... ». El presidente de la Asamblea, Czernetz, dijo: «Llevo cuarenta años esperando la incorporación de España a la Europa demócrata y hoy me felicito de ello.» Por último, Roy Jenkins (invitado como presidente de la Comisión Europea al comité ministerial de Estrasburgo) resaltó la candidatura de España al ingreso en la CEE «sobre la que la comisión prepara un formidable trabajo».

Ni la lluvia ni el frío intenso deslucieron el sobrio protocolo enel futurista palacio del arquitecto Henry Bernard, que terminó con la sesión, a puerta cerrada, del comité de ministros, donde se habló de la cooperación europea, de la conferencia de Belgrado (de paz y cooperación europea), de la candidatura al consejo del Principado de Liechtenstein y de la situación en el Oriente Próximo sobre la que el presidente, Forlani, resaltó en nombre de los veinte la iniciativa del presidente Sadat, a quien el jefe de La Farnesina mencionó como «hombre de coraje».

Por la tarde, el Consejo abrió a la firma la Convención Europea sobre el Estatuto Jurídico del Emigrante, que fue suscrita por España, como su primer acto de país miembro, y en cuya lista de firmas estuvieron ausentes ni más ni menos que doce de los veinte países del Consejo, y entre ellos, los más significativos en esta materia: Francia, Suiza, Austria, Bélgica, Italia, etcétera.

La lenta marcha de la solidaridad europea y de la Europa de los pueblos salió, de nuevo, a flote. Momentos antes Oreja declaraba que el Gobierno de Madrid estudiaba la próxima firma de los pro tocolos segundo y cuarto de la Convención de Derechos del Hombre y su anejo sobre libertades individuales, que España no firmó ayer. Oreja añadió que en la entre vista que mantendrá hoy con el se cretario general, Ackermann, se interesará por la posibilidad de que España intervenga en la sesión plenaria de la asamblea del 23 de enero próximo, y presentará, al Consejo la petición del Parlamento español de que se conceda a nues tro país un número de escaños superior a los diez otorgados, por el momento.