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Por un ciclismo "sin escondites"

Durante el pasado fin de semana se celebraron en Valencia el pleno de la Federación Española de Ciclismo y una reunión de la comisión técnica. El próximo sábado están convocados en Madrid los representantes de los organizadores de carreras, directores de equipos y algunos corredores profesionales.En Valencia no se tocaron apenas los graves problemas que afectan al ciclismo profesional, aunque la comisión técnica inició los trabajos sobre la organización futura del deporte de las dos ruedas español, que trata de estar «a la hora europea». El sábado, si es que asisten los interesados -cosa no habitual- habrá más lloros que alegrías.

Nadie puede olvidar que el ciclismo, deporte duro donde los haya, se ha visto afectado por la crisis económica más que otros, al estar su parcela profesional totalmente supeditada a un tinglado publicitario lógicamente cada día con más problemas. La suspensión definitiva de la próxima Vuelta a Andalucía, pionera de cada temporada, y el que la de Levante haya estado casi groggy-, han sido dos detalles harto significativos.

No está mal, por otro lado, que se encuentre ya en vías de creación la Asociación de Ciclistas Profesionales, aunque no esté nada claro, en cambio, que su representante pueda ser un organizador de carreras. En principio, por muy capacitado que esté, no parece el más indicado, lo mismo que no lo es, en fútbol, que el presidente del Comité de Fútbol Profesional no sea un futbolista. La cuestión,de siempre, naturalmente, estribaría en encontrar al representante-ciclista indicado.

De cualquier forma, el grave mal del ciclismo profesional español y que parece vital atajar -en Francia, sin ir más lejos, ya está en tratamiento- es su esquema, ya añejo a nivel individual. Los ciclistas deberían tener menos sueldos fijos y ganar más con los premios de las victorias. Así, no sólo se evitarían los enormes gastos de infraestructura delos equipos, sino que se daría más emoción a un deporte ahora anquilosado. Las casas comerciales podrían «invertir su publicidad» en esos premios para los que verdaderamente lo merecieran y los corredores, para ganar su pan como profesionales que son, se olvidarían obligatoriamente de «esconderse» cómodamente en el seno de los pelotones. Casi con seguridad se acabaría entonces con las tácticas de reserva. que quitan movilidad a este bello deporte, y habría más ciclismo verdad, como antaño.

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