Los disparos contra la Moncloa fueron hechos con munición de pequeño calibre

Munición del nueve corto -habitualmente de poco alcance, salvo que se emplee algún arma especial- ha sido utilizada el 29 de octubre y el sábado día 12 para disparar sobre el palacio de la Moncloa desde vehículos que circulaban a gran velocidad por la carretera de El Pardo y sobre los que, al parecer, no se tienen pistas. Estos son los datos más seguros sobre los sucesos comentados el domingo en Murcia por el propio presidente del Gobierno, Adolfo Suárez.

« Es excesivo hablar de ametrallamiento», nos manifestó ayer un portavoz autorizado al comentar la noticia. Los hechos, tal y como han podido conocerse, se produjeron durante la madrugada del sábado día 12 -el señor Suárez se encontraba en Murcia- y más concretamente a las siete menos cuarto de la mañana del domingo.Pese a la insistencia de algunas informaciones hay que descartar plenamente que el señor Suárez fuese avisado del suceso sobre las cuatro de la mañana, ya que a esa hora no se había producido el incidente.

El propio presidente hizo referencia a un primer incidente que él situó en la madrugada del sábado día 4. Sin embargo, la apreciación del señor Suárez pudo ser errónea en este punto, ya que las mismas fuentes de Presidencia aseguran que los primeros disparos en las cercanías del palacio tuvieron lugar en la madrugada del 29 de octubre, también sábado, lo que explicaría el lapsus del señor Suárez.

Los disparos se hicieron en las dos ocasiones desde un vehículo que marchaba a gran velocidad y del que no se puede precisarse ni su marca ni su color, pese a que se ha insistido en que el coche protagonista de los disparos del sábado último era un Chrysler de color negro. Las fuentes citadas afirman que sólo puede asegurarse que era un coche grande.

En esta segunda ocasión, los ocupantes de un jeep de la Guardia Civil que hacía guardia en el exterior del palacio respondieron con una ráfaga de ametralladora hacia la zona de la que procedían los disparos, pero sin resultado efectivo. El mismo jeep salió en persecución del coche, sin que fuera posible alcanzarlo, dadas las diferencias del vehículo perseguidor y el perseguido.

Versiones dignas de crédito apuntan la posibilidad de que las municiones encontradas -habitualmente de pistola de corto alcance- fuesen disparadas con un arma de cañón más largo -metralleta, pistola especialmente preparada- dada la distancia que alcanzaron los disparos, sin que, en ningún caso, llegasen siquiera a la fachada del edificio presidencial. También puede asegurarse que los disparos se hicieron de forma espaciada y no como ráfagas.

Se estima que desde el lugar donde se disparó hasta la tapia de la Moncloa hay una distancia aproximada de 150 metros, y otros cien más hasta la entrada de la residencia del señor Suárez.Todo ello hace descartar que el móvil fuese un atentado directo contra su persona, y más parecen sucesos con intención intimidatoria o de crear sensación de inseguridad.« Si con eso se pretende que cambie la orientación política, no la voy a cambiar. Si se pretende desestabilizar el sistema democrático, yo lo voy a mantener, porque responde al mandato del pueblo expresado en las pasadas elecciones», dijo el señor Suárez en una rueda de prensa celebrada en la mañana del domingo en Murcia, y en la que él mismo dio cuenta de los sucesos. El señor Suárez dijo también que había que quitar dramatismo a los hechos.

Sobre las diez de la mañana del domingo, el presidente del Gobierno asistió, en compañía de su esposa, el gobernador civil, autoridades, parlamentarios y miembros de UCD, a una misa que se celebró en la capilla de los Vélez en la catedral, tras lo cual visitó el museo del templo y saludó al obispo de la diócesis, Miguel Roca Cabanellas. Inmediatamente después, y por sugerencia del gobernador civil, Federico Gallo, el señor Suárez dio un improvisado paseo a pie por la calle de Trapería, deteniéndose a tomar un café con leche en una cafetería, desde donde regresó, también a pie, al Gobierno Civil, para presidir el acto de constitución de la comisión provincial de gobierno. Tras esta reunión tuvo lugar la rueda de prensa, en la que el señor Suárez habló de los disparos contra el palacio y en la que se mostró tranquilo y quitó importancia al hecho.