Las instalaciones deportivas oficiales, abiertas al público
En Cuba el deporte es la salud de los niños, es un derecho del pueblo. De esta manera ha logrado ser, en los últimos años, el espejo en el que se han mirado las potencias subdesarrolladas deportivamente. Siguiendo esta política, el deporte cubano ha llegado a ser respetado y temido en el mundo entero. Su secreto está en que todos los niños hagan deporte. En España ahora el deporte quiere dejar de ser privilegio para convertirse también en derecho. Los primeros pasos ya están dados por parte del Consejo Superior de Deportes. Sus instalaciones pasan a ser abiertas y a servir de escuelas del deporte. ha profundizado en el tema y presenta el siguiente informe.
«Contamos contigo», «Vive deportivamente», sí, pero ¿dónde?, se preguntaba el pueblo cuando la Delegación Nacional de Deportes se sacó de la manga tan felices slogans. Las dos frases, más la primera que la segunda, realmente causaron impacto. Los ingenuos llegaron a ponerse el calzón corto y vieron entonces que en España el deporte no era un privilegio del pueblo. O se hacía uno socio de un club privado, con los gastos económicos que ello suponía, o se iba a los polideportivos municipales a esperar interminables colas para intentar jugar al tenis, que era, y aún es, el deporte de moda.España, mientras tanto, quería medallas, pedía triunfos. Genialidades individuales justificaban -momentáneamente las gestiones de los de las poltronas y acallaban las críticas porque enseguida se decía: "¿Has visto? ¡Qué buenos somos!». Pero en España se seguía sin hacer deporte. Y los resultados, a la vista estaban. Países con una población muchísimo menor que España se situaban a la cabeza del deporte mundial. Baste con el ejemplo cubano. Cuba es un país con un balón. Mientras tanto, allí, los diez millones de habitantes y una extensión de 114.000 kilómetros cuadrados. España tiene más del triple de habitantes y es cinco veces mayor. En Cuba todo el mundo práctica el deporte, y ahora, su atletismo, boxeo y baloncesto son temidos en el mundo entero. En España, con dos frases, se ha querido elevar el deporte sin poder practicarlo.
Escuelas de deportes para niños
En estos días, el deporte español ha cambiado radicalmente. Ha sufrido una callada planificación y, sin que apenas trascendiera, esas piscinas oficiales donde antes se bañaban dos señoras, esos gimnasios donde un gordinflón intentaba rebajar grasas se han llenado de chavales; chavales que, guiados por un profesor, comienzan a descubrir, muy pronto, los secretos técnicos de la natación o de la gimnasia.El depotte español cuenta, en Madrid, con cinco instalaciones deportivas oficiales. Las anejas al Consejo Superior de Deportes, las del Instituto Nacional de Educación Física y Deportes, las del Cuartel de la Montaña, las del gimnasio General Moscardó y las del parque San Juan Bautista. Sólo las primeras siguen cerradas para el público en general, porque se encuentran saturadas, quedando reservadas para los alumnos del INEF, universitarios y deportistas federados, a excepción de las pistas de atletismo; no obstante, allí está la escuela de baloncesto, que dirige Emiliano, con dos horas diarias de clase durante cinco días a la semana.
Las otras cuatro instalaciones admiten cualquier tipo de público, que puede abonarse anualmente, con el consiguiente descuento por el uso de las instalaciones. Los hijos de los abonados fijos también gozan de importantes descuentos en la cuota anual, que no rebasa en ningún caso las 4.000 pesetas. Los vecinos del barrio también pueden entrar con un precio especial. Pero lo fundamental, lo positivo de estas instalaciones, es que ahora están llenas de chiquillos. Donde antes había un comedor ahora hay un salón para que las madres esperen a sus hijos. Los niños llenan cada rincón y han llegado a resultar incómodos para quienes antes usaban las instalaciones a sus anchas. Los adultos pueden seguir practicando el deportes pero a las horas en que no haya clases o en las que no acudan los colegios que no cuenten con sitio adecuado para que los alumnos se inicien en la práctica deportiva.
Ahora el deporte español inicia una labor de promoción en sus instalaciones. Estas quedan encaminadas principalmente al fomento del deporte, para que sea un derecho del pueblo, como en Cuba. El gimnasio Moscardó, con un gimnasio, dos piscinas, una sala de musculación, tres salas polideportivas, una de ballet y una de judo y kárate, es la instalación oficial que más alumnos acoge, con una media diaria de 1.500 chavales y 68 horas de clase al día.
La nueva planificación del deporte consiste en que el Palacio de los Deportes, reservado hasta ahora a grandes espectáculos deportivos o folklóricos, acoja a todos los niños de edad escolar en régimen de aprendizaje, compartiendo las clases de los deportes que en el palacio no se puedan practicar con las demás instalaciones. Los cursos son, desde luego, económicos, y no existe afán de lucro. Prueba de ello es que estas instalaciones son deficitarias y los ingresos no cubren en ningún aspecto, los gastos.
Las instalaciones deportivas municipales
Madrid cuenta con catorce instalaciones deportivas municipales. Sólo cuatro de ellas ofrecen unos servicios múltiples y completos, que son los parques polideportivos de Carabanchel, Concepción, Moratalaz y San Blas. Las demás permiten, casi, únicamente la práctica de un deporte, como el tenis o la natación, o bien la navegación en barcas de remo, como es el lago de la Casa de Campo, que a todos los efectos tiene la consideración de instalación deportiva municipal.Luego hay también una larga lista de clubs privados para la práctica del deporte, en donde el factor social es importante. Las facilidades para hacer deporte son mucho mayores en función de que no existe una saturación de practicantes.
En Madrid, por tanto, la situación actual de la práctica deportiva está en la posibilidad de que los niños aprendan en las instalaciones oficiales, a salvo de que en las municipales y privadas también se impartan cursos, y de que los adultos acudan a las municipales o se hagan socios de las privadas, a salvo también de que se acomoden a los horarios de las oficiales, en razón de que tienen muchas horas ocupados sus servicios para la enseñanza. Aparte está, lógicamente, la Casa de Campo, ese pulmón de Madrid y de aquellos deportistas que allí mejoran su condición fisica a base de la carrera atlética. El panorama no es como para lanzar las campanas al vuelo, pero, al menos, el máximo organismo deportivo ha comenzado a fomentar el deporte en sus instalaciones. Es un primer paso que aintes no se supo dar. Si los niños comienzan a hacer deporte y tienen facilidades oficiales para ello, es un síntoma claro de que ya no es privilegio; ha comenzado a ser derecho. Y este derecho comienza en sus precios. Los cursillos de natación vienen a costar, en las instalaciones oficiales, seiscientas pesetas al trimestre, y los de gimnasia, unas 525. Las enseñanzas de otros deportes tienen unos precios similares, y hay también cursillos de promoción que son gratuitos. En las instalaciones municipales los cursillos deportivos cuestan unas doscientas pesetas al mes, aunque el aprender a nadar valga 1.800 pesetas el total de quince clases.
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